El ejército estadounidense envía 3.000 soldados de apoyo

El ejército estadounidense anunció este lunes el envió de unos 3.000 soldados para apoyar las tareas de rescate en el pueblo filipino de Guinsaugon, sepultado el viernes por un alud de lodo que se ha tragado a unas 1.400 personas. Los equipos de rescate llevaban este lunes una lucha contra el tiempo y unas condiciones meteorológicas adversas en sus tareas, abriéndose paso cuidadosamente entre una peligrosa capa de barro y lodo donde se encuentran las víctimas, anunció en Manila Mastin Robeson, brigadier general del ejército de Estados Unidos. Robeson especificó que unos 500 militares se unirán a los 30 marines ya presentes en el pueblo, mientras que el resto de las tropas se encargarán de llevar a la zona tres barcos con material de primera necesidad. Mientras tanto, algunos responsables empezaron a admitir que, pese a los grandes esfuerzos de los socorristas - que usan equipos de sonar y vídeo de las unidades especiales enviadas por Malasia, Taiwán y Washington-, ahora se buscan víctimas y no supervivientes. El manto de lodo y rocas que cubre la zona tiene hasta 30 metros de profundidad en algunas zonas y su extensión es de nueve kilómetros cuadrados. «Es poco probable que alguien pueda sobrevivir bajo 30 metros de fango durante tres días», afirmó un responsable que solicitó el anonimato. Equipos de rescate filipinos, a los que se han unido expertos de Estados Unidos, Malasia, Taiwán y España, se afanan en las tareas de salvamento, en las que ya luchan contra el tiempo. El alud de tierra atrapó a 246 alumnos y siete maestros en la Escuela Elemental de Guinasaugon. Uno de los profesores envió a una madre un mensaje de auxilio a través de su teléfono móvil en el que decía: «Mamá, seguimos en el colegio. Por favor, ayúdanos mamá. Soy Edilio Coquilla». Los equipos de salvamento tratan ahora de encontrar la forma de sacarlos de allí.