Cuando se juega con fuego

Guadagnino definió su nueva película, Melissa P ., basada en la novela autobiográfica Cento colpi di spazzola prima di andare a dormir e (Cien cepillados antes de acostarse), como un «alegato en contra de los tabúes sexuales en el mundo de los adolescentes. Es una historia contada desde la mirada de los propios jóvenes», declaró el director italiano. Italia y España respaldan esta polémica propuesta que en el país trasalpino ha tenido una excelente acogida entre el público, sobre todo, entre los chavales y las mujeres mayores de 45 años. Melissa es una siciliana que todavía no ha cumplido los dieciséis años -papel que encarna María Valverde- que vive con su madre y su abuela -Geraldine Chaplin-, una mujer extravagante, desordenada y un poco loca que, junto a su amiga Manuela -Letizia Ciampa-, son las únicas personas que comprenden a la chica. La adolescente está enamorada de un compañero de instituto, con el que descubre el sexo en una experiencia dolorosa y alejada de la visión romántica que tenía Melissa, que empieza a buscar su propia identidad a través del sexo y de los ojos de los hombres, y escribe todas sus experiencias en un diario que se convierte en su amigo más fiel. La soledad y el sufrimiento en el que vive la adolescente va a más cuando a su abuela la ingresan en una residencia. «Es una fábula realista sobre la pérdida de la inocencia y un manifiesto sobre los sentimientos de los adolescentes. Reivindico el derecho a jugar con fuego y equivocarse, porque el fuego es el conocimiento a través del que se llega a aprende», indicó Guadangino. En la misma línea se pronunció María Valverde, para quien «es bueno equivocarse y reconocerlo. Es lo más sano», apostilló. El director y guionista del filme recalcó que «la adolescencia es la etapa más difícil de una persona, mucho más que ser niño o adulto, porque es cuando cambias física y psicológicamente y tienes que situarte a la altura de las circunstancias. Y esto cuesta». Añadió Guadagnino que en su último largometraje ha querido retratar «que el sexo sigue siendo un sujeto tabú en el mundo de los adolescentes. Hoy hay más información a través de los medios de comunicación y las nuevas tecnologías, y los jóvenes disponen de muchos datos. Sin embargo tienen dificultades para elaborarlos. Ellos notan que están cambiando, pero no se conocen a sí mismos». La joven Valverde corroboró las palabras de Guadagnino, pero precisó que «el tabú no es tanto entre los adolescentes como entre los adultos y los adolescentes».