Un equipo de bioquímicos estadounidenses han hallado ya 10 genes implicados en la longevidad
Las dietas hipocalóricas pueden frenar nuestro envejecimiento
La clave estaría en reducir el aporte de hidratos de carbono sin variar las calorías
A las ventajas de las dietas hipocalóricas, como el reducir peso, se suman las pruebas de que mejoran la salud cardíaca, tal y como demuestran investigaciones llevadas a cabo en la Universidad de Wisconsin-Madison y publicadas en Proceedings of the National Academy of Sciences . Los investigadores sometieron a ratones a una dieta hipocalórica lo cual frenaba ciertos cambios en genes relacionados con el corazón que tienen lugar en el proceso de envejecimiento y que conducen a patologías cardíacas. Estos resultados se suman a otros que han comprobado beneficios de la dieta hipocalórica como una menor progresión del envejecimiento muscular, cardíaco y cerebral. Según recientes hallazgos de un equipo de investigadores de la Universidad de Washington, cuyos resultados también se han publicado en la prestigiosa revista científica Science , y tal y como ha explicado el especialista J. Montaner en Fundación Eroski, una dieta hipocalórica podría ralentizar el envejecimiento en personas genéticamente sensibles. Tal y como informa Montaner, en el caso de los seres humanos algunos científicos creen que comer menos puede disminuir considerablemente el riesgo a padecer patologías como la diabetes o enfermedades cardiovasculares, lo que conduciría a vivir más años. En el artículo publicado en la revista Science , un grupo de investigación coordinado por el bioquímico Brian Kennedy ha llevado a cabo un control genómico en distintas células cultivadas a fin de averiguar qué genes y qué proteínas se ven implicados en la longevidad de un ser vivo. «Nuestra intención es la de descifrar el papel que desempeñan específicamente estas moléculas en ratones y personas», según ha explicado Kennedy. El bioquímico estadounidense y su equipo han hallado ya 10 genes implicados en la longevidad por medio de las proteínas detalladas y su síntesis. Regulación de la ingesta «Para poner a prueba nuestra teoría, introducimos una mutación de los genes reguladores de la síntesis de Tor1 en animales de experimentación sometidos a una ingestión calórica determinada; sin la expresión de esta proteína, el consumo calórico normal daba pie a una supervivencia media normal, pero si Tor1 ejercía un control restrictivo sobre las calorías, la supervivencia media se veía significativamente prolongada», aseguran los expertos. En el caso de la proteína Sch9, los científicos concluyeron que es muy parecida a las proteínas AKT previamente identificadas en humanos y en otros mamíferos. La proteína AKT toma parte en la regulación de la insulina y su papel en la longevidad puede resultar igualmente crucial. «La idea principal es que un determinado nivel de ingestión calórica hace que nuestro organismo crezca más y más deprisa, y que si somos capaces de ralentizar la velocidad de este desarrollo podremos envejecer más despacio». Comer mejor No obstante, Montaner señala el caso de algunos investigadores como Lindsey Partos, de la Universidad de Londres (Reino Unido), que pone ciertas pegas a la hipótesis norteamericana. A su modo de ver, no es comer menos lo que alarga la vida, sino comer mejor. Según Partos, la clave estaría en reducir el aporte de hidratos de carbono sin variar las calorías consumidas. Los datos epidemiológicos son elocuentes: 200 millones de europeos pesan más de lo que les corresponde y, en consecuencia, «siguen una mala dieta». En un estudio publicado por la revista PLoS Biology, Partos relata su experiencia con la mosca del vinagre, demostrando que las moscas que viven más no se distinguen por consumir menos calorías sino por reducir en su dieta la proporción de hidratos de carbono.