Vietnam decide hoy si condena a Gary Glitter por abusos a menores

Gary Glitter, leyenda viva del rock glam de los años setenta, sabrá justo hoy cuál será su futuro. Todo depende del veredicto que pronuncie el tribunal popular del Sur de Vietnam que lo juzgó ayer, a puerta cerrada, tras haber sido acusado de cometer «actos obscenos» con dos niñas. El rockero, de 61 años, puede quedar libre de los cargos, pasar tres o cuatro años en prisión, como solicitó el fiscal del caso, o incluso no salir en siete, tope máximo que para este tipo de delito establece el código penal vietnamita. Sea como sea, Glitter, que solía llevar trajes plateados y extravagantes pelucas en su época de gloria, se ha convertido en el primer extranjero juzgado por un delito sexual en este país del sureste de Asia desde 1975. Todo comenzó en noviembre del año pasado. El rockero estaba a punto de coger un avión para irse de Vietnam cuando fue detenido y acusado de desnudar, besar y acariciar a dos menores de 11 y 12 años, prostitutas según la policía, en su villa de Vung Tau, una ciudad a 130 kilómetros de la capital, Ho Chi Minh, y conocida por sus bares, karaokes y salones de masajes. Glitter, cuyo nombre real es Paul Francis Gadd, tuvo suerte dentro de lo que cabe. El fiscal no pudo probar que había mantenido relaciones sexuales con las niñas, lo que le costaría entonces la pena de muerte. El artista que ha vendido 20 millones de discos llegó ayer al tribunal custodiado por la policía. Delgado, con perilla, gorra de béisbol, gafas negras, haciendo la uve de la victoria y muy sonriente, gritó que era inocente. Desde su arresto mantiene que sólo daba clases de inglés a las niñas. Claro que ellas reiteraron ayer su denuncia, aunque meses atrás pidieron clemencia al tribunal, quién sabe si porque les dio 2.000 dólares a cada una. Pero no es la primera vez que el rockero se sienta en el banquillo. En 1999 fue procesado en Gran Bretaña después de que un técnico que fue a reparar su ordenador hallase en él todo un arsenal de pornografía infantil.