La píldora anticonceptiva moderna es beneficiosa para la salud femenina

Una vez garantizada su eficacia anticonceptiva, la píldora moderna busca un doble desarrollo de futuro para reducir lo más posible sus efectos secundarios y para conseguir beneficios para la salud de la mujer. Los avances para superar ese doble reto han sido analizados esta semana en el XII Congreso Mundial de Endocrinología Ginecológica celebrado en Florencia, que ha servido de marco a un simposio sobre «Desórdenes endocrinos y contracepción femenina». Y es que alrededor de 70 millones de mujeres (dos millones de ellas españolas) toman anticonceptivos orales. El primer desafío, como recordó el experto francés René Druckmann, se está logrando a través de la reducción cada vez mayor de la dosis hormonal de los anticonceptivos orales y de la diferenciación de los progestágenos que se emplean en ese ámbito contraceptivo, en el que se distinguen tres grupos, los derivados de la progesterona, la testosterona y la espirolactona. En relación al segundo reto, el responsable del Centro para la Menopausia Anemo de Niza destacó, por ejemplo, que la píldora con propiedades antiandrogénicas puede aportar beneficios en el tratamiento de problemas androgénicos como el acné, la seborrea en piel y cabello, la pérdida de pelo y el hirsutismo o brote anormal de vello en las mujeres. Este tipo de trastornos, como coincidieron la italiana Anna Paoletti y el alemán Alfred Wolf, puede ser en los casos más importantes (hiperandrogenismo) un aviso de patologías tan serias como la diabetes tipo 2 o de alto riesgo de enfermedades cardiovasculares. Pero, sin llegar tan lejos en el aspecto clínico, tales problemas pueden tener un fuerte impacto en la salud psicosexual y la autoestima de las mujeres. El suizo Johannes Bitzer subrayó la necesidad de llevar la cuestión al día a día de la consulta de planificación familiar, ya que casi la mitad de las mujeres que acuden a ella «busca efectos no contraceptivos». Beneficios adicionales En este contexto, el alemán Hans Peter Zahradnik se detuvo en el caso del acetato de clormadinona (ACM), componente clave de una píldora anticonceptiva combinada que se comercializa en España desde noviembre bajo la marca Belara . El ACM es un derivado de la hormona femenina progesterona que tiene propiedades antiandrogénicas y que, según remachó el experto de la Universitäts-Frauenklinik de Friburgo, puede aportar «beneficios adicionales considerables para una serie de síntomas, incluida la dismenorrea» o menstruación dolorosa y complicada.