Las mujeres tienen mejor preparación académica, pero padecen las peores tasas de paro
España se mantiene entre los países más machistas de la Unión Europea
Está entre los que ofrecen a las féminas más desigualdades laborales y personales
Las mujeres españolas tienen mejor formación que los hombres, pasan más tiempo en su puesto de trabajo y dedican más horas al mantenimiento de sus hogares y sus familias que sus parejas masculinas. Sin embargo, ganan menos, sufren las peores tasas de desempleo y, cuando logran que su vida laboral sobreviva a la privada, apenas tienen acceso a los puestos relevantes de sus profesiones. Tres días después de que el Gobierno aprobara la ley de igualdad de género para darle la vuelta a esa situación, la oficina estadística de la Comisión Europea (Eurostat) ha hecho público un estudio sobre la forma y la calidad de vida de las mujeres y los hombres de Europa, que deja a España con los peores índices de discrimi-nación de un continente que se precia de tener entre sus valores más importantes a la igualdad de oportunidades. Según Eurostat, el 68% de las féminas de entre 20 y 24 años han completado sus estudios secundarios, frente al 55% de los hombres de esas edades, y la mayoría de los estudiantes universitarios son, además, mujeres. Eso significa que las españolas están mejor preparadas para acceder al mercado laboral, en el que deberían ser mayoría, y en el que deberían poder desarrollarse en pie de igudaldad con los varones. Nada más lejos de la realidad. Mercado laboral El desempleo masculino español está bajo la media europea (6,6%), pero el femenino lo supera con creces (11%), una situación similar a la de la tasa de empleo (75% en los hombres y 51% en las mujeres) y el índice de contratos temporales (los sufren el 33% de las trabajadores y apenas el 7% de los trabajadores). Los salarios y la promoción profesional repiten esas pautas: las españolas cobran un 15% menos que sus compañeros varones, y apenas ocupan el 32% de los puestos de responsabilidad. La injusta distribución de oportunidades laborales se reproduce, a su manera, en el hogar, con un desigual reparto del tiempo que cada miembro de las parejas de distinto sexo dedica a las tareas familiares. En el caso de España, las mujeres destinan el 42% a planchar, lavar los platos y limpiar la casa, mientras que esas tareas apenas ocupan el 18% de las horas que los hombres dedican a la casa. En contra de los estereotipos sociales, son los varones los que más tiempo emplean en hacer compras: el 20%, frente al 13% de sus compañeras. Amnistía Internacional denunció ayer que, al menos, 36 países tienen leyes que discriminan a la mujer: en Arabía Saudí no pueden votar, en Camerún el marido decide si trabaja o no, en Guatemala se exime de culpa al violador si se casa con la víctima y en Nigeria el esposo puede usar la violencia para «regañarla». Así lo refleja el informe La discriminación, raíz de la violencia: ¡No a las leyes discriminatorias !, divulgado ayer en el que pide la ratificación de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.