Gente de aquí | Grandes obras, humildes materiales
El Cristo del manzano
El artista leonés José Antonio Alonso-Santocildes presenta en Don Gutierre una exposición de grabados, pintura y escultura en la que destaca una gran recreación del Cristo de Carrizo
El Cristo de Carrizo, reliquia venerada y emblema artístico de las tierras leonesas, se agiganta y se olvida de sus connotaciones de delicada joya para convertirse en soberbio emblema escultórico del siglo XXI, encarnándose, milagrosamente, en la sencilla madera de un árbol caído. El prodigio tiene un hacedor, un artista emprendedor y audaz que ama la naturaleza y que, empleando sabiamente sus despojos, logra crear maravillosas obras de arte, José Antonio Alonso-Santocildes. Santocildes ha inventado toda una iconografía sobre madera en la que el árbol nunca llega a perder completamente sus características; el artista ayuda a realzar la belleza del elemento natural inerte, le inyecta el aliento de la genialidad artística y le proporciona nueva vida. Y esto ha hecho con el viejo manzano que ha convertido en prodigioso Cristo. «El Cristo de Carrizo -dice- es muy importante para todos los que somos de esta comarca leonesa. Creo que me movió a realizarlo el cariño que siento por el pueblo y por su gente, por todo lo que me rodea y me aporta alegría y ganas de vivir. Para un artista es muy importante reflejar las emociones y he creído que esta talla era una buena manera de hacerlo». No es la primera vez que Santocildes convierte un árbol muerto en un símbolo. «El Cristo está emparentado con el olmo que tallé hace ya muchos años en la misma plaza donde vivió. El olmo está sufriendo mucho por las inclemencias atmosféricas y habría que plantearse el hacer a su alrededor una estructura, una cubierta que lo proteja. Sería una pena que una obra de esta magnitud terminara perdiéndose. Por su parte, el Cristo románico de Carrizo está reinterpretado sobre el tronco de un manzano centenario. En él he querido aprovechar la figura del árbol caído, de la naturaleza que ha llegado al límite y muere, para hacer algo que conmueva al espectador. Cuando termine la exposición, ocupará un lugar privilegiado en el monasterio de Carrizo» Exposición en Don Gutierre El artista, en la exposición que desde ayer puede verse en el Palacio de Don Gutierre, presenta una interesante colección de pinturas en las que se repiten los escenarios naturales de su entorno. Y gofrados sobre madera que han sido el asombro de los especialistas de todo el mundo. «Mis esculturas, mis obras en general -explica Santocildes- son un grito de atención a favor de la naturaleza, intento devolver a la vida los árboles caídos, convertirlos en arte a través de mis trabajos».