La desigualdad territorial del servicio es una de las principales preocupaciones del sistema
Las listas de espera sanitarias La descentralización de los servicios 28,7% La atención de las urgencias La financiación del sistema Las especialidades ambulatorias Los recursos sanitarios Los centros de Atención Primaria Los?españoles?dan un 6,2 a la san
La financiación vía impuestos se percibe como la más justa por los ciudadanos
Los españoles están en general satisfechos con el sistema sanitario público, al que dan una nota de 6,2 sobre 10, pero siguen preocupados por las listas de espera y hay algunos que tienen la sensación de que no mantiene la equidad territorial. El último barómetro sanitario, el correspondiente al 2005, deja claro que la mayoría de los ciudadanos confía en la sanidad pública. La mitad de los españoles cree que la situación de las listas de espera no ha mejorado respecto al último año. Es más, el porcentaje de ciudadanos que cree que sí se ha avanzado en este tema ha disminuido respecto al 2002. Aunque los españoles reconocen que las autoridades sanitarias están llevando a cabo acciones para intentar reducir las demoras, lo cierto es que aún no perciben los resultados. Si uno de cada tres encuestados tuvo que esperar menos de un mes desde que pidió una cita hasta que fue recibido en la consulta, un 22,9% esperó más de tres meses, lo que empeora en casi 4 puntos los datos del año 2004. El 28,7% de los españoles está convencido de que no se reciben los mismos servicios sanitarios en una comunidad autónoma que en otra, aunque curiosamente un porcentaje muy similar opina que la asistencia ha mejorado al ser gestionada por las comunidades. Sobre lo que sí hay acuerdo es sobre la necesidad de que las autonomías deberían ponerse de acuerdo a la hora de unificar criterios a la hora de ofrecer nuevos servicios a los ciudadanos. Lo más preo-cupante es que la percepción de la equidad no sólo afecta a los distintos territorios. Un 44% de los encuestados recal-ca que hay diferencias entre la asistencia en zonas rurales y urbanas. Afortunadamente, la mayoría considera que no existen diferencias en función de la edad (66,6%) ni del nivel social (61,2%). La mayoría de los ciudadanos (65,7%) cree que los servicios de urgencias, tanto en atención primaria como en los hospitales, atienden con mucha o bastante rapidez, por lo que hay satisfacción entre los usuarios. De todas formas, se comprueba que los españoles siguen acudiendo a las urgencias hospitalarias por iniciativa propia porque entienden que allí son mejor atendidos y con más medios que en la atención primaria. Casi la mitad de los entrevista-dos considera que el dinero que el Estado dedica a la sanidad es poco, aunque tres de cada cuatro ciudadanos entiende que el sistema de financiación vía impuestos es el más justo que se puede aplicar. Llama la atención que hay un 14,9% de personas que vería mejor un sistema de financiación mixto que combine los impuestos y el pago de alguna cantidad por los sevicios que se utilicen. Aunque sigue siendo el servicio peor valorado (en comparación con el hospitalario), un 39% de los encuestados cree que ha mejorado respecto a los últimos cinco años. Pese a todo, su percepción ha caído respecto al 2004, cuando un 80,2% valoraban la atención como buena o muy buena. La mayoría de los ciudadanos, el 71,8%, tiene claro que en los últimos diez años ha aumentado muchísimo el consumo de servicios sanitarios. Es más, casi la mitad de los españoles opina que la oferta sanitaria se ha ido incrementando de forma paralela a la demanda de los ciudadanos. En el lado contrario, entre los menos satisfechos con los recursos que prestan las autoridades sanita-rias, la mayoría se inclina por pedir más servicios para paliar las listas de espera quirúrgicas y mejorar las especialidades. La mayoría opina que la atención recibida es buena o muy buena, un porcentaje similar al del año pasado, pero el tiempo de espera hasta entrar en las consultas sólo recibe un 5 sobre 10 y sigue siendo el elemento peor considerado por los usuarios, que, en cambio, con-fían bastante en el médico que les atiende.