Las cárceles de Oregón utilizan los videojuegos como terapia
Los videojuegos como terapia. Esta es la idea que desde hace unos meses se ha instalado en el sistema penitenciario de Oregón, pionero en introducir los juegos por ordenador dentro de las celdas de los reclusos. El objetivo de la iniciativa, que forma parte de un programa diseñado por el estado para facilitar a los convictos su regreso a la sociedad.Es que los reos vayan accediendo de manera gradual a los privilegios propios de la «libertad». Para ello sólo se necesita buena conducta y desarrollar algún trabajo detrás de las rejas. En el caso de los videojuegos, unos 50 en total desarrollados por la empresa tecnológica DreamGear, el precio a pagar son 18 meses con el expediente limpio y 300 dólares de mano de obra. A pesar de que la mayoría de los juegos son de los años 80 y no consienten temática violenta, lo cierto es que tan sólo en un año más de 2.400 reclusos, de los 13.000 con que cuenta el estado, han solicitado este servicio. Aunque de momento tan sólo han sido repartidas 809 para Perrin Damon, responsable del departamento de correccionales-»Está idea es lo mejor que nos ha pasado en mucho tiempo. Los videojuegos ayudan a acabar con la ansiedad propia de la cárcel ya que se libera la energía frente a la pantalla del ordenador». Pasar el tiempo intentado ganar en «Dragon Poker», uno de los productos ofertados, no sólo elimina el estrés del encierro sino también los incidentes en la prisión. Más calma Desde que se instalaran las videoconsolas individuales los asaltos a guardianes, las peleas entre internos o los suicidios han disminuido drásticamente en las cárceles del estado. «De lo que se trata es de está gente vuelva a desarrollar comportamientos acordes con la sociedad, esto es muy importante porque más del 95% de nuestros presos salen libres en algún momento»-declaraba Damon para la cadena BBC. Además de la oferta informática los reclusos pueden acceder a otras prerrogativas durante su cautiverio. Incrementar el tiempo de visita, tener acceso a la televisión por cable, a la música o simplemente comer helado son algunos de los nuevos alicientes. Este nuevo sistema fue introducido en el estado después de que una ley negara el derecho a reducción de condena a todos aquellos presos con crímenes violentos. Esto significaba que más del 40% de los presos no podían acceder a ningún privilegio por su buena conducta. Algo que se ha solventado ahora gracias a las viodeoconsolas que se reparten en las cárceles.