Una realidad estremecedora

A pesar de los sustanciales avances, «la desigualdad respecto a los varones sigue marcado la vida de la mayoría de las mujeres del mundo». Así se pone de manifiesto en el Atlas de las mujeres en el desarrollo del mundo un trabajo de la profesora Cándida Gago que aparece en el sello editorial SM y que supone la primera publicación de su tipo en nuestro país. Un trabajo exhaustivo que es, por desgracia, un atlas de la desigualdad mundial que recoge una realidad estremecedora: dos tercios de los pobres en el mundo son mujeres; también el 70% de los casi 900 millones analfabetos del globo son mujeres; más de 130 millones de mujeres sufre cada año mutilaciones genitales y dos millones de niñas entre 5 y 15 años se incorporan al mercado del sexo; se calcula que faltan en el mundo 72 millones de mujeres debido a la práctica de abortos selectivos, al infanticidio, al abandono de niñas recién nacidas o a la desatención de estas crías durante la niñez. Son sólo algunas de las cifras de este ambicioso trabajo, la primera publicación española que recoge una cartografía temática a escala mundial de las diferencias de hombres y mujeres. Un trabajo que traduce a números realidades estremecedoras, como los cuatro millones de criaturas que cada año son compradas y vendidas con destino al matrimonio, los miles de asesinatos de mujeres perpetrados cada año para «restaurar la honra familiar» o los cientos de miles de mujeres que sufren malos tratos tanto en los países pobres como en los desarrollados: un 57,9% de las turcas; un 47% de las bengalíes; un 45 de las etíopes; un 40% de las indias; el 35% de las neozelandesas; el 31% de las peruanas o el 29% de las canadienses. Diferencias sangrantes Los hombres siguen siendo mayoría en los puestos directivos, altos ejecutivos y los cuadros superiores, según la OIT, mientras que las mujeres se concentran en las categorías inferiores. En casi todos los países del mundo los salarios que perciben las mujeres son inferiores a los de los varones con la misma categoría pofesional. Como promedio, las mujeres ganan dos tercios del salario de los hombres por la misma labor. Una diferencia que se hace sangrante en países como Arabia Saudí, Omán o Belice, donde la renta femenina no alcanza el 25% de la masculina, o Egipto Perí y Siria, donde no llega al 30%. En España esta cifra es del 44,2%, mientras que el mejor registro, el de Noruega, la renta femenina se queda en el 73% de la masculina. En cuanto al participación política, se constata como las parlamentarias no son la mitad de ninguna cámara legislativa en el mundo. El caso mas favorable es el sueco, con un 45,3% de parlamentarias, mientras que sólo en ocho estado, entre ellos España, las parlamentarias superan el 30%. El atlas incluye estadísticas sobre índices de pobreza, natalidad, preferencias de sexo en el nacimiento, tablas comparativas sobre educación, salud, economía y trabajo, violencia de género o derechos y participación política. Además refleja con cartografía temática la verdadera situación de las mujeres en todos los ámbitos: hogar, hijos, salud, matrimonio, educación, trabajo, renta y acceso al poder.