Un pueblo de 158 habitantes celebra su duodécima boda homosexual

El alcalde socialista de la pequeña localidad guadalajareña de Campillo de Ranas, Francisco Maroto, que se ha declarado públicamente homosexual, ofició ayer domingo su duodécima boda entre homosexuales y la primera entre lesbianas, lo que sitúa a este municipio que cuenta con 158 habitantes, a la cabeza de la provincia en la celebración de estos matrimonios. Maroto, regidor de este pequeño municipio de la Arquitectura Negra de Guadalajara, aseguró que «no hay mes que no se celebren dos o tres bodas en el municipio, no sólo entre personas del mismo sexo». En Campillo de Ranas reside un colectivo de población gay y también son muchas las parejas que se desplazan hasta esta localidad de pizarra en Guadalajara con el fin de celebrar su casamiento, según confirmó el regidor municipal. Tras aprobarse la ley que permite el matrimonio entre homosexuales, el pasado 30 de junio, Maroto se ofreció públicamente para casar a cualquier pareja de homosexuales, y desde entonces han sido numerosas las personas del mismo sexo que se han interesado por celebrar allí su boda. De hecho, en algunas ofertas turísticas se «vende» este municipio como el de «Las mil y una bodas», pues, para Francisco Maroto, la aprobación de esta Ley por parte del actual gobierno socialista ha sido «un logro importantísimo».