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Centenarios con el Diario | Socorro Rodríguez campillo

¡Lo que hace el cariño! Ayuntamiento San Andrés del Rabanedo CONCEJALÍA DE BIENESTAR SOCIAL

La primera mujer que alcanza un siglo de vida en la residencia de ancianos de Vegaquemada celebra su cumpleaños más feliz

Publicado por
Miguel Ángel Zamora - vegaquemada
León

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A ella no le va bien el oído y a su marido le empieza a fallar la vista. Pero da gusto ver lo que hace el cariño, aún cuando el tacto aconseje tratar el paso de los años con mimo especial, porque es la mejor forma de que el innegable olfato familiar y hogareño que dejan circunstancias de estas características, salga a la luz en todo su esplendor. Socorro ha vivido toda la vida, que es mucha, en los alrededores de Vegaquemada, La Mata de la Bérbula, y aledaños. Acordarse a estas alturas de cuándo se casó con Florencio, es casi una pequeña hazaña. La debilidad de la memoria, más que la coquetería, le llevan ya a calcular que ayer cumplió «ochenta y tantos, o así». Eso fue casi hace unas bodas de plata. Todo un hito Ahora que es la primera persona de la residencia de ancianos que cruza la barrera del centenario, todavía tiene tiempo de sacar a relucir el genio que conserva: «¡Cuánto cuento nos traen hoy!». Así que, cuando le recuerdan que de pequeños, los críos aprovechaban la licencia festiva y se dedicaban a quitar los potes de comida de las ventanas en la época del Carnaval, cambia de conversación y espeta: «A mí lo que me gusta es comer galletas». Y los nietos la miran y sonríen, felices, henchidos y orgullosos, que la abuela tiene 100 años, y el abuelo, con tres menos, ya es casi centenario también. Así que, en la hora en la que el páter familias se arranca, y empieza a recordar lo dura que se le hizo la vida de joven, cuando la mili era de verdad, y había que hacerla en África, o que tuvo que jurar bandera hasta tres veces, e incluso si se vienen a la memoria aquellos tiempos en los que la mina trató inútilmente de castigarle la salud, un poco por prudencia y otro tanto por la emoción, la conversación cambia de argumento. Así que, en la hora de despedir las visitas, todavía resuenan en la sala las carcajadas que sobrevienen a raíz de la ocurrencia: «Aquellos aceites que me ponía yo en el pelo, me lo dejaban brillante a más no poder... Ahora, lo tengo todo blanco, y ya no hace falta ponerle nada». Y Socorro mira a su marido y calla. Cien años los contemplan. Casi, como si fuera ayer... Fecha de nacimiento: 27 de marzo de 1906. Lugar: Vegaquemada. Residencia actual: Residencia de Ancianos de Vegaquemada. Familia: Tiene dos hijos (Pilar y Víctor) y cuatro nietos (Laura, Diego, Miguel y Raquel).

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