Se investiga una nueva forma de eliminar los residuos de mataderos

Cada vez es mayor la dependencia energética española del exterior y, teniendo en cuenta la procedencia de estas importaciones y las incertidumbres políticas y económicas a las que se encuentran sometidos los países suministradores, el aporte de energía procedente de fuentes renovables es fundamental. Al mismo tiempo, diferentes factores, entre los que cabe destacar el crecimiento de la economía en los últimos años, han hecho que España sea el país europeo que más se aleje de cumplir los objetivos de reducción de emisiones de CO 2 establecidos por la UE. Por otra parte, el aumento del consumo en la sociedad actual ha generado un notable incremento de la producción de residuos, entre ellos los orgánicos, estableciéndose directrices para fomentar la prevención, la recogida selectiva, el reciclaje, la valorización de la materia orgánica y el sellado de vertederos. La aplicación de biosólidos tratados al suelo es considerada como la alternativa más adecuada para el medio ambiente, siendo el compostaje y la digestión anaerobia los tratamientos más empleados. Sin embargo, aunque el compostaje genera una rápida descomposición, se produce una pérdida incontrolada de CO 2 a la atmósfera sin el beneficio potencial de la captura de la energía del residuo. De entre los tratamientos biológicos, la digestión anaerobia es, por tanto, la más rentable, ya que la energía obtenida en forma de biogás hace que los combustibles fósiles puedan ser sustituidos y las emisiones de CO 2 reducidas. Residuos de matadero Se trata de un proceso de fermentación natural que ocurre en ausencia de oxígeno en el interior de un reactor y facilita el crecimiento de microorganismos que descomponen los residuos dejando como resultado final gas y un líquido espeso rico en nutrientes y materia orgánica estabilizada llamado digerido. La digestión anaerobia está formada por tres fases: hidrólisis, acidogénesis y metanogénesis, donde las bacterias de manera coordinada y secuencial descomponen la materia orgánica y se genera biogás, formado fundamentalmente por metano y dióxido de carbono, cuyo poder calorífico se puede utilizar para satisfacer las necesidades energéticas del proceso de tratamiento y para producir energía eléctrica. Hay diferentes configuraciones de los procesos de digestión. En los sistemas de una fase todos los procesos se desarrollan en el mismo reactor: la digestión mesófila (con temperaturas de 25-35ºC) y la termófila (entre 45-55ºC), en la que se mejora el proceso y se produce una mayor destrucción de patógenos. En los de dos fases, se separa la ácida y la metanogénica, para lograr una mayor estabilidad y mayores rendimientos. La digestión anaerobia ha sido empleada ampliamente en las industrias alimentarias, aguas relacionadas con la producción de leche y yogures, aceites o aguas de limpieza de las industrias cárnicas, así como en las depuradoras de aguas residuales para tratar los lodos generados en el proceso o en los centros de tratamiento de residuos orgánicos. Sin embargo, puede ser empleada con éxito para gestionar residuos ganaderos y agrícolas, al ser una tecnología apropiada para estabilizar los residuos, generar biogás como combustible, reducir patógenos y las cantidades de residuos generados. Desde 1999 el Instituto de Recursos Naturales de la Universidad de León trabaja con diferentes configuraciones del proceso de digestión empleando distintos residuos o mezclas de los mismos. En la actualidad, el equipo en el que participan los investigadores María José Cuetos, Daniel Blanco, Xiomar Gómez y Nuria Martínez centra su trabajo en la digestión anaerobia de residuos sólidos de matadero ya que estas industrias producen importantes cantidades de desechos orgánicos ricos en nutrientes que pueden ser usados en agricultura para conservar y reciclar nutrientes, reducir la descarga de residuos y el uso de los fertilizantes químicos, si previamente son adecuadamente tratados. Los residuos de matadero eran empleados para alimentación animal, como fuente de proteínas y vitaminas. Sin embargo, en la actualidad, están siendo utilizadas otras fuentes de proteínas y grasas, debido a regulaciones sanitarias más estrictas, y a que muchas de ellas han sido prohibidas a raíz de la Encelopatía Esfongiforme Vacuna, por lo que la digestión anaerobia aparece como solución para la gestión de estos residuos. «La principal conclusión es la gestión de residuos de un modo racional sin peligro para el medio ambiente» MARÍA JOSÉ CUETOS