Cómo trabajar con el ordenador sin que se resienta el cuerpo

Dolor de espalda, mareos, visión borrosa, piernas hinchadas. «¿Pasa usted muchas horas delante del ordenador?», pregunta el médico. La respuesta: «Unas cuantas». Precisamente ése es el problema. La rutina postural y la manipulación intensiva de equipos informáticos no sienta nada bien a la musculatura corporal. Y mucho menos a la vista. En los últimos años las estadísticas de bajas laborales provocadas por movimientos repetitivos se han disparado. Se calcula que llegan a representar más del 46% de todas las enfermedades ocupacionales. El diseño del puesto de trabajo, del propio equipo y de sus periféricos, así como la actitud personal, pueden ayudar a evitar males mayores. La disciplina es una de las claves. Hombros y muñecas Dicen los libros de historia que el mal del oficinista, también llamado síndrome del ratón o del túnel carpiano, ya lo padecían los escribas del antiguo Egipto. Hoy se ha extendido como la espuma entre las personas que pasan su jornada ante pantallas. La patología, que afecta a la mano, está provocada por la presión que recibe un nervio a la altura de la muñeca. Conlleva hormigueos frecuentes y la sensación de adormecimiento en los dedos. Los responsables de la división de hardware de Microsoft recomiendan sentarse derecho o ligeramente inclinado. Colocar los hombros rectos y formar con los codos un ángulo de noventa grados. Los antebrazos y las manos deben estar relajados y en posición plana. «Estas posturas colocan las muñecas en descanso, la posición ideal». Teclados y ratones El mercado ofrece teclados divididos en dos partes, que se adaptan a las necesidades del usuario, aunque sólo se emplean en el 10% de los casos. Seleccionar un ratón del tamaño de la mano puede ser otra de las claves. En www.HealthyComputing.com, uno de los portales de referencia en el ámbito de la ergonomía, se recomienda que las personas que sufren de los hombros utilicen ratones de bola. Para aliviar el dolor en manos y en muñecas será mejor recurrir a los mouse de pie porque «se evita totalmente el movimiento de la mano». El monitor La vista, el cuello y los hombros constituyen las tres partes del cuerpo que más pueden acusar la deficiente colocación de una pantalla. Lo perfecto sería colocar el monitor de frente al usuario, a un brazo de distancia, según Microsoft. El extremo superior de la pantalla debe coincidir con la altura de los ojos. El cuello, por su parte, debe mantenerse sin inclinación. El cansancio visual puede tener que ver con el exceso de luz en la zona de trabajo. También los dolores de cabeza. Los más puristas recuerdan que «transcurridos 20 minutos frente a la computadora se debe fijar la mirada a seis metros de distancia durante al menos 20 segundos». HealthyCompunting.com también propone emplear brazos giratorios que faciliten el movimiento del equipo. «Ni siquiera tener la estación de trabajo más preparada evita que se produzcan dolores musculares», reza Microsoft. De ahí que exista un consejo entre los consejos: levantarse a menudo y hacer ejercicios relajantes. La silla y la mesa La silla es una de las principales responsables de las malas posturas en el lugar de trabajo. Los técnicos recomiendan el uso de modelos ajustables, que permitan que la parte baja de la espalda toque el respaldo y los pies permanezcan siempre planos y apoyados sobre el suelo. El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo aconseja «mantener la espalda recta y apoyada en el respaldo, nivelar la mesa a la altura de los codos y adecuar la silla al tipo de trabajo». También aboga por el uso de la silla pivotante cuya altura, indica, debe ajustarse «de 25 a 35 centímetros más abajo de la superficie de trabajo». El uso de reposapiés facilitará la consecución de una posición más natural. ¿El futuro? El Instituto Tecnológico de Massachusetts trabaja en el concepto de «computadoras usables», en las que el acceso a Internet se realizará a través del movimiento de los pies, ojos, brazos o cualquier otra parte del cuerpo. El objetivo de muchos fabricantes es perfeccionar los sistemas que se accionan a través de la voz, a la que consideran «la herramienta natural de comunicación» y la «solución ergonómica» más universal. En general, los fabricantes se han preocupado hasta ahora de las mejoras tecnológicas por lo que en el futuro inmediato se verán grandes avances en ergonomía.