El uso medicinal de la marihuana carece de base científica, según la FDA Marruecos lanza una campaña nacional contra el turismo sexual Los españoles y los austriacos son los ciudadanos que están más satisfechos con el sexo
La FDA, la agencia federal estadounidense que regula los productos alimentarios y farmacéuticos, considera que no existe base científica alguna que justifique un uso medicinal de la marihuana. La FDA contradice así las conclusiones de un grupo de médicos que integran el prestigioso Institute of Medicine (IOM), que había considerado en 1999 que la marihuana podría «ser moderadamente útil para reducir algunos síntomas, como las náuseas y los vómitos, causados por las quimioterapias en los cancerosos o la anorexia de las personas enfermas de sida». Según la FDA, «ningún estudio científico serio demuestra la utilidad médica de la marihuana para tratamientos en Estados Unidos y ningún dato humano o animal apoya la inocuidad o la eficacia de la marihuana para un uso médico general». Además, «hay sólidas indicaciones que ponen de manifiesto que fumar marihuana es nocivo», subrayó la agencia. En total, 11 Estados norteamericanos autorizaron por referéndum o por votación de su Parlamento el uso de la marihuana para varios desórdenes médicos, como el sida, el cáncer, el glaucoma y la esclerosis múltiple, siempre bajo prescripción médica. Pero la Corte Suprema estadounidense resolvió en el 2005 volver ilegal el uso de la marihuana, autorizando al gobierno federal a arrestar a toda persona que utilice esta droga incluso por razones médicas en los Estados en que su uso se había legalizado. «Durante los últimos años el fenómeno del turismo sexual en Marruecos ha ganado una amplitud inquietante, sobre todo allí donde la afluencia de extranjeros es mayor», afirma Khalid Cherkaoui Semmouni, presidente del Centro Marroquí de Derechos del Hombre (CMDH). Es por esto por lo que esta organización, próxima a los islamistas moderados del Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD), acaba de lanzar esta misma semana una campaña nacional de movilizaciones y de recogida de firmas para luchar contra lo que considera «una auténtica plaga». Según Semmouni, «la culpa es de la inexistencia de un arsenal jurídico eficaz, de la bondad de [las] leyes para con los delincuentes, así como de la falta de sensibilización de la opinión pública». Los promotores de la campaña esperan superar el millón de signatarios y, posteriormente, tal y como han anunciado, presentarán su petición ante el Parlamento de Rabat y ante el propio Gobierno, esperando que estos tomen las oportunas medidas. Tras haberse registrado un descenso de la actividad después de los atentados terroristas del 16 de mayo del 2003 en Casablanca, varios sociólogos consultados coinciden en señalar que esta práctica se ha recuperado. «Antes era un asunto tabú. Todos sabíamos que existía, dónde se encontraba y quién se dedicaba a esto, pero nadie abría la boca, ni siquiera para comentarlo», apunta el ge-rente de una céntrica cafetería de Casablanca. Sobre el asunto no existen estudios ni informes. Austria y España encabezan la lista de países con mayor nivel de satisfacción sexual, un lista que cierra Japón con el más bajo índice. Así lo recoge un nuevo y ambicioso estudio global sobre satisfacción sexual entre personas de 40 a 80 años de casi todo el mundo. Un estudio que se interesa también por las disfunciones yq uq valora el sexo como un indicador de la calidad de vida. Contra algunos tópicos, Brasil demuestra que uno no siempre consigue lo que quiere: un 74% de los brasileños aseguró que el sexo era importante para ellos, pero sólo 59% dijo que las relaciones sexuales que tenían eran «muy placenteras». Pero más problemática es la brecha entre hombres y mujeres. En todos los países, excepto en Argelia y Malasia, ellos eran más proclives que ellas a constatar que se sentían contentos con su vida sexual. «Las mujeres son muy sensibles a la calidad de una relación y cuando esta no funciona bien, no se interesan en el sexo», dijo Edward Laumann, principal investigador.