El partido del Gobierno reclama el apoyo de una oenegé que los considera como personas
El PSOE avala una petición de más derechos para los grandes simios
El proyecto quiere acabar con el maltrato y está respaldado por científicos
El PSOE presentará en los próximos días en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley en la que solicita más derechos para los simios. En particular, le requiere que emprenda las acciones necesarias en los foros y organismos internacionales para la protección a los grandes simios del maltrato, la esclavitud, la tortura, la muerte y la extinción. Pero lo más llamativo de esta proposición es que le pide al Gobierno que declare su adhesión al Proyecto Gran Simio (PGS), defendido por una oenegé que reconoce que lucha por la «inclusión inmediata» de esta especie «en la categoría de personas». Según señala PGS en su página web (www.proyectogransi-mio.org), la idea que defienden es «radical, pero sencilla»: «Incluir a los antropoides no humanos en una comunidad de iguales, al otorgarles la protección moral y legal de la que actualmente sólo gozan los seres humanos». Esta propuesta ya ha encontrado sus opositores, en particular la Iglesia, que por boca del arzobispo de Pamplona, Fernando Sebastián, señaló que es un ejemplo más de que estamos en una «sociedad ridícula o dislocada». Pero Francisco Garrido, promotor de esta proposición no de ley y diputado de Los Verdes integrado en el Grupo Socialista, no lo ve así. Según aseguró ayer, lo que se pretende con esta propuesta es que el Gobierno se adhiera a los proyectos internacionales que buscan la protección del hábitat donde se desarrollan los grandes simios (gorilas, orangutanes, chimpacés y bonobos), básicamente la selva africana. Pide apoyo para aquellas acciones que evitan su destrucción, prohibiendo su maltrato, que sean esclavizados o utilizados para la investigación. «Los científicos han demostrado el gran parecido genético, ya que compartimos entre el 96 y el 98% del código genético. También se sabe que tienen una cultura y que son capaces de transmitirla a sus descendientes. Poseen destacadas facultades mentales y sensibilidad emotiva. Algunos han llegado a entender el lenguaje de las personas sordomudas. Lo que se pretende es que vivan lo mejor posible en sus hábitats y no los maltraten ni martiricen», afirmó Garrido. Este proyecto cuenta con el respaldo de 90 universidades, con las más prestigiosas a la cabeza, y de científicos de fama, como Jean Goodall, Roger y Deborah Futs y está apoyado por 20 países. «Da risa, es como pedir derechos taurinos a los humanos. No se puede hacer el ridículo para hacerse el progre» FERNANDO SEBASTIÁN ARZOBISPO DE PAMPLONA