Tita lidera la revuelta de la arboleda

No se encadenó ni se ató a un árbol ni se llevó la tartera, pero si algo demostró la baronesa Thyssen este sábado es su capacidad de convocatoria y de asumir un liderazgo cívico que puede dar más de un quebradero de cabeza al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, si se mantiene en sus trece de mantener sin cambios el proyecto de remodelación del eje Prado-Recoletos. Carmen Tita Cervera encabezó, en loor de multitudes, una concentración de protesta contra la tala de árboles prevista en el controvertido proyecto diseñado por el arquitecto portugués Álvaro Siza, que se desarrollará también frente a su museo. Los convocantes del acto de protesta, en su mayoría organizaciones ecologistas y vecinales, delegaron sin pudor alguno en la baronesa como líder de la «revuelta de la arboleda». Incluso los representantes de la oposición municipal -PSOE e IU- dieron un paso atrás y dejaron que la representante de la nobleza y mecenas del arte simbolizara el sentir popular contra posibles daños medioambientales en uno de los paseos más emblemáticos de Madrid. Tita -con el pelo recogido y un primaveral traje pantalón de lino blanco con bolso a juego se encaramó a la tarima montada frente al Museo Thyssen con rostro risueño y aparentemente tranquilo y prometió a los presentes, entre gritos de apoyo -algunos incluso la pregonaban como futura alcaldesa- y aplausos enfervorizados, que seguirá «luchando» contra la tala de árboles. Centenares de personas de variopinta pertenencia y adscripción se dieron cita en el acto de protesta lúdico-festivo. Políticos y concejales de la izquierda, sindicalistas, ecologistas, representantes vecinales, curiosos a manta... Y algunas caras conocidas, como la de Boris Izaguirre o la de la actriz Pilar Bardem, que no se pierde una contra el PP y no dudó en subirse a la tribuna de oradores. Las alabanzas y piropos a la baronesa se alternaron con duras consignas contra Gallardón, incluida la consabida petición de dimisión. La baronesa desgranó un brevísimo discurso que, aún sin la oratoria de Castelar, generó por su bravura los efectos deseados entre los congregados: «Estoy plenamente convencida de que nadie va a permitir que se pierde uno solo de los árboles de este maravilloso paseo. Se trata de un patrimonio de todos los ciudadanos de Madrid y también de un derecho que hay que conservar para las generaciones futuras. Seguiremos luchando hasta el final porque esta batalla la tenemos que ganar». Los amados y protegidos árboles aparecieron repletos de carteles con leyendas como «yo seré tu voz» o «Gallardón me mata», y algún advenedizo vagaba por la zona con un cartel que rezaba «PSOE, cómplice».