Diario de León

CRÉMER CONTRA CRÉMER

Los bomberos no tienen agua

Publicado por
VICTORIANO CRÉMER
León

Creado:

Actualizado:

ES POSIBLE QUE al cuerpo emérito de bomberos de la dotación municipal de León le falten muchas cosas para poder alardear de suficientes. Tal vez no sea tan compacto, tan atractivo y tan considerado como el de Nueva York, el de las Torres Gemelas que subieron al estado angélico o poco menos por cumplir adecuadamente, heroicamente si se quiere, con su deber. Y es seguro -nos consta- que el dicho cuerpo municipal de nuestros días no se encuentre en estado general tan precario como para salir en coplas como aquel esforzado y nunca bien ponderado grupo de bomberos excelentes que ejercían su función con sólo un hacha y una cuerda, vestidos de rayadillo, como los soldaditos de Filipinas, y a los cuales solía ocurrirles que cuando se disponían a apagar un fuego le daba al camión de combustible por no funcionar. No en vano España y con España León, que también puede aspirar a ser nación, como Barcelona o como Sevilla o como Pontevedra, se ha incorporado a los pueblos progresistas. Los bomberos de León disponen con tantos medios para el mejor cumplimiento de su deber, como los bomberos de Singapur: disponen de magníficos camiones, con amplísimos depósitos para meter en ellos todo el agua del Bernesga y mangas sin agujeros y vestidos de bomberos con sus cascos, con sus máscaras contra el humo y con su dotación de agua. Como es bien sabido y por si no lo fuera lo repetimos nosotros, el elemento fundamental del servicio de apagafuegos nacional, provincial o local está en el agua, aparte, claro es la importancia que se le debe al producto humano. Sin agua no hay servicio que prevalezca ni fuego que se extinga. Y resulta, según denuncia de la concejala socialista, doña Natalia Rodríguez, que de lo que de verdad carece es precisamente de agua. No del agua corriente y moliente que suele servir para asustar al fuego, sino de agua para la calefacción, de agua para lavarse y de agua para tener las manos calientes y los pies templados. Y esto es grave. Un servicio cuyo menester suele desarrollarse a la intemperie que no disponga de agua para lavarse, ni para calentarse, es un servicio absolutamente inservible. De ahí que por encima o por debajo de cualquier otro requerimiento nos haya parecido importante y urgente solicitar de la ilustre Corporación que con tanta generosidad acude en auxilio de los unos, de los otros y de los de más allá, que por cierto no son de ninguna parte, porque solamente van a lo suyo, demandamos humildemente decimos del Ayuntamiento o de quien corresponda el agua caliente municipal, que acuda en socorro de los bomberos, de sus bomberos, de nuestros bomberos, porque este sí que es un apelativo político, social y cultural digno de ser debidamente atendido. Y considerando que, según la sosumentada información, la municipalidad no puede con la carga, (dada la enormidad de euros que debe a los unos y a los otros) que no sea el agua caliente para lavarse el chocolate del loro de su intención de ahorro.

tracking