Ahora lo llaman «arte urbano»

El Ayuntamiento, que planea poner grandes multas en el futuro a los pintamonas, cuando apruebe una nueva ordenanza -lo que antaño se llamaba urbanidad-, hace ahora una distinción con un selecto grupo de grafiteros. Y es que hay que diferenciar entre la clásica pintada -y aquí hay material para tesis-, el grafitti de spray de toda la vida o, ya más elitista y contemporáneo, el Arte urbano, como se ha dado en llamar a esta iniciativa para decorar las paredes de las antiguas cocheras de Fernández, que tienen los días contados a la espera de la piqueta. Los ciudadanos pueden ver a estos artistas pintando sin prisas ni nocturnidad. Una gigantesca ruina convertida en lienzo. Metros y metros de pared para pintar sin censura ni vigilancia policial. El proyecto es tan vanguardista que nada menos que está respaldado, amén de por el Ayuntamiento, por el Musac -que organiza un programa de cine y conciertos paralelos-, así como por la galería Annta de Madrid. El problema será que quizá algunos crean que el Ayuntamiento prima y premia a los pintores de muros espontáneos. Sigue en vigor aquello de prohibido fijar carteles...