| Reportaje | La insólita hazaña de Colin Angus |
La vuelta al mundo a pleno pulmón
Un canadiense se convierte en la primera persona en circunnavegar el planeta utilizando únicamente la fuente de sus piernas y sus brazos
Colin y su primera pareja en la aventura atravesando en bicicleta la dura estepa siberiana
El canadiense Colin Angus se ha convertido en el primer ser humano en realizar la circunnavegación del planeta utilizando para ello medios de transporte propulsados tan sólo por la energía humana. Una rara hazaña. Todo comenzó en junio del 2004, cuando Colin y su entonces compañero de expedición, Tim Harvey, partieron de Vancouver en bicicleta con rumbo a Moscú. Tras cruzar a remo los 400 kilómetros que separan Alaska de Siberia a través del Estrecho de Bering, algo que ningún humano había conseguido hasta ese momento, la pareja continuó viaje hacia la capital rusa. La travesía de una de las regiones más inhóspitas del plantea, con temperaturas medias que en el mes de enero no superan los cincuenta grados bajo cero, hizo mella en las relaciones entre los dos viajeros. A finales de junio del 2005, Tim decidió abandonar la expedición. Su ausencia fue suplida por la novia de Colin, Julie Wafaei, quien ya había cubierto con ellos el tramo entre Vancouver y Fairbanks (Alaska) y que en esos momentos se preparaba para realizar por su cuenta la travesía del Atlántico a remo. A mediados de julio, Colin Angus y Julie Wafaei salieron en bicicleta de Moscú en dirección a Lisboa, adonde llegaron a principios de septiembre. Atravesaron España siguiendo el Camino de Santiago para luego descender hacia Salamanca y llegar a Lisboa. En Portugal les esperaba el Ondine , una embarcación de remos de seis metros de eslora especialmente concebida para realizar la travesía del Atlántico. La intención de la pareja era alcanzar las costas de Florida en cuatro meses, pero eligieron, según señala Colin, «la peor temporada de huracanes que se recuerda». A pesar de desviarse al sur a fin de evitar las zonas más peligrosas, la pareja tuvo que hacer frente a dos tormentas tropicales y dos huracanes antes de arribar a Puerto Limón (Costa Rica) el 24 de febrero, tras 156 días de navegación y cerca de 10.000 kilómetros remados. «Atravesar el Atlántico -cuenta Colin- fue la parte más difícil de nuestro viaje. Pasar cinco meses a merced de las olas en un bote de seis metros, rodeados de agua y cielo, resulta muy duro»