Los delfines, al igual que los humanos, se llaman «por su nombre»
Según se recoge en un estudio elaborado por científicos de la Universidad de Saint Andrews (Escocia), los delfines son capaces de comunicarse, al igual que los seres humanos, llamándose por su nombre. De esta forma pueden reconocer a los distintos componentes de su grupo social llegando a diferenciar a cada uno de los ejemplares. La investigación, financiada por la Royal Society de Londres, se desarrolló en la Bahía de Sarasota, en la costa oeste de Florida durante tres años utilizando delfines salvajes de la especie conocida como «hocico o nariz de botella» que habían sido previamente capturados con redes cuando se acercaban a la costa. A continuación, y en aguas poco profundas, grabaron los sonidos emitidos por hacerlos pasar a través de un sintetizador para quitarles sus características individuales de voz y conservando la forma de modulación de frecuencia. Los sonidos modificados se reprodujeron a través de altavoces submarinos a un grupo de catorce delfines. En nueve de los casos, los mamíferos se volvían a los altavoces y respondían cuando se les llamaba por «su nombre» y no cuando escuchaban el tono de los silbidos de otro delfín, lo que demuestra que el silbido con el nombre tiene una modulación de frecuencia que contiene una información que es descodificada. Es decir, que estos animales transmiten información individual de identidad. Según Vincent Janik, de la Unidad de Mamíferos Marinos de la universidad británica y director de la investigación, este descubrimiento abre muchas puertas porque demuestra que los delfines tienen etiquetas entre ellos, al igual que nosotros, ya que son capaces de desarrollar habilidades muy parecidas a las de los seres humanos. El aprendizaje vocal se empieza a desarrollar desde la infancia del delfín y se mantiene a lo largo de su vida. Las especies que emiten sonidos de alarma, socorro o para mantener al grupo cohesionado ante un peligro, usan el mismo tipo de llamada. En el caso de los delfines, y teniendo en cuenta que las características vocales se ven afectadas por los cambios en la presión del agua, los «nombres» independientes pueden ser una forma de comunicar la identidad del individuo. Son, además de los humanos, los únicos animales en los que se ha demostrado que son capaces de transmitir información identificatoria con independencia de la voz de quien la emite.