El consumidor español reclama poco y confía en la seguridad de los alimentos

Confiados en la calidad de los alimentos, pero críticos ante la comida rápida; firmes seguidores de las marcas blancas; insatisfechos, pero poco reclamadores, y todavía remisos a las nuevas tecnologías, aunque la situación mejora. Estas son algunas de las tendencias detectadas en el consumidor español por el Barómetro de Consumo que desde 2001 elabora la Fundación Eroski para analizar los rasgos definitorios de los usuarios y cuyo resumen publica el último número de la revista Consumer. Según esta encuesta realizada anualmente a través de más de 3.200 encuestas, el consumidor español mantiene un alto grado de confianza en la seguridad de los alimentos y cada vez está más preocupado por que los productos sean saludables, como demuestra el interés por la lista de ingredientes que aparece en las etiquetas. En el 2001 sólo un 39% se fijaba en este punto frente al 55% del último año, mientras la consulta sobre información nutricional ha pasado de un 5 a un 18%.