Ha pasado más de un lustro desde que la Deportiva protagonizara el último ascenso de categoría. Entonces fue a Segunda División B tras imponerse al Titánico de Laviana en Fuentesnuevas. Entonces hubo una gran celebración pero lo de ayer no tiene parangón porque supone el mayor hito de la historia para un club que busca el centenario. Algunos pidieron incluso un nuevo ascenso el año próximo, esta vez a Primera.
Los cálculos de ciudades como Soria cifran en algo más de mil visitantes los que recibe la ciudad cada vez que el Numancia juega en casa. Una avalancha similar le espera a Ponferrada. Salvo si hablamos del Cádiz, del Málaga o acaso el Alavés, donde la riada puede ser monumental.
Nunca antes se había registrado una concentración similar en Ponferrada para celebrar un triunfo deportivo.
El marketing y el vending de productos de la Deportiva es un campo «florentiniano» en el que inexcusablemente se debe profundizar para obtener más ingresos. Hasta hace unas semanas ni siquiera existía una tienda del club para poder aplacar la euforia compradora del aficionado.
Los campeones fueron aclamados en cada metro que recorrieron en la góndola por las principales calles de la capital del Bierzo.
Rubio fue uno de los hombres que más juego dio en la celebración.
Nadie se lo quiso perder. Hablan las fuentes de la Policía Municipal de 12.000 personas en la plaza del Ayuntamiento y otros 8.000 por la distintas calles. Familias enteras, desde los abuelos hasta los nietos se echaron a las calles. Cada uno cogió cualquier cosa blanca y azul que tuviese en su casa, porque no se podía faltar a la fiesta del ascenso. Seguro que muchos crecerán con el sentimiento deportivista.
El camión que llevaba a la Deportiva asciende por General Vives cual equipo subiendo a Segunda División A.
Los directivos también se lo pasaron como enanos. Tantos quebraderos de cabeza para los hombres que como le gusta decir al «presi» hacen un trabajo altruista y que también han tenido su recompensa con este asenso. Las telas de color blanco y azul se agotaba en los comercios de la ciudad, lo que provocó un quebradero de cabeza al Ayuntamiento para poder cubrir la fachada con ella.
Y no podía faltar Mazolas. «Ministro» sénior volvió a animar el cotarro con el bombo como ya ocurrió el domingo en Lazúrtegui tras la finalización del partido de Alicante. El acto finalizó en el Ayuntamiento con una «viva Ponferrada, viva la Deportiva y viva el Bierzo».
La afición congregada en el Ayuntamiento da rienda suelta a su alegría.
Los vaticinios que apuntaban al éxito del equipo se hicieron realidad.
La afición blanquiazul respondió como era de esperar tras la gesta de un equipo que se merece eso y más.
Para que un club tenga éxito necesita respaldo y eso fue lo que el alcalde le garantizó ayer a la afición. Antes de su alocución, el edil bajó a la plaza para recibir a Silvano y a su plantilla ante el aplauso del consejero Silván. También estaba Eduardo Fernández, Delegado de la Junta, así como Ricardo González Saavedra, presidente del Consejo Comarcal. No faltaron el resto de concejales de la corporación.
Pavone, Asier y Diego Ribera abren la comitiva hacia el Ayuntamiento.
La prensa alicantina reflejaba en su edición de ayer lunes el nuevo tropiezo de un equipo que está batiendo récords de infortunio. El año pasado el Lorca dejó al Alicante compuesto y sin ascenso, mientras que esta temporada la Deportiva les ajustició a última hora. Lás lágrimas se vieron en Alicante y en Ponferrada, pero con motivos bien distintos. De fracasos también sabe la Deportiva pero al final el trabajo da sus frutos.
Toda la plantilla ponferradina, con el presidente a la cabeza (Silvano agita una bufanda a la derecha) saludó desde el balcón del Ayuntamiento mientras sus seguidores les replicaban entusiasmados.
Pavone no perdió detalle con su cámara, junto a Brasi, Diego y Rubén.
El guardameta Manolo Rubio fue uno de los jugadores que más exteriorizaron su alegría ayer en Ponferrada.
Pichi fue aclamado y la afición quiere que continúe.
Rubio, de espaldas, le hace un guiño a la Champions.
Joaquín Bornes ya se ha ganado un hueco en el corazón de los aficionados igual que Rubén Vega, justo detrás.
La expedición de la Deportiva aterrizó las dos y media de la tarde en el aeropuerto de La Virgen del Camino y allí pudieron ver las caras emocionadas de los primeros aficionados en una jornada que se preveía muy larga.
Incluso alguno se atrevió a viajar desde Ponferrada para que los jugadores y el cuerpo técnico tuviesen una bandera del Bierzo y alguna que otra camiseta de la Deportiva delante de sus ojos al acceder al aeropuerto a través de «llegadas».
En el aeropuerto estaban el diputado provincial de Deportes, Enrique Gil, el alcalde de Valverde David Fernández y el presidente de Lagun Air Ignacio Tejera.
Cada uno de los jugadores fue recibido con un aplauso y con la petición reiterada de que el próximo año se pueda celebrar otro ascenso, a Primera División.