Diario de León

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«LA CIUDAD de Ponferrada saluda al pueblo de León», rezaba una pancarta famosa con la que, en cierta ocasión, una afición ponferradina ingeniosa y exaltada recibió en su campo a la Cultural en uno de aquellos encuentros en los que se atizaban rivalidades que en estos casos se inventan o agrandan (y en otros, aún más). Y ahora el tiempo transcurrido ha venido a dar la razón a la bercianía que desde la segunda división podrá ver con bastante derecho a esta capital como un pueblo que no sale de su coitus interruptus en tocando la pelota, o sea, en no tocándola. Aquí no se sale de entre la modestia y la desesperación. Así, el honor futbolero con que algunos miden la importancia urbana o social de un sitio se desplaza y afinca en la capital berciana; Ponfe ya es plata... y que sea un escalón para que algún día se vea en el Toralín a un Barsa o un Madrid sudando grasa de botillo y palmando honores. ¿Cómo no desear que el tránsito de la Sociedad Deportiva Ponferradina en la segunda división, que de plata le dicen, sea de un sólo año para que en breve ascienda fulminantemente a primera y entonces el pasmo se nos quede la boca abierta un montón de ligas?... Para eso habrá que contar con nuevas inyecciones. El poder de un club es la tela gansa que cuestan los figurones y las estrellitas. Empresarialmente, le hará falta a la Ponferradina, más que un nuevo mirlo blanco, un buey negro y bien forrado, por aquello de que «más caga un buey que cien golondrinas», que es en lo que se enreda esta Cultu, pues algo golondrino y golondrinero es el mal que dicen aqueja al equipo leonés de nuestros disgutos y espectativas rotas, Cultural tan llena de jefes y tenderos, que no hay modo de acordar prioridades y tener dirección única... o clara. Lo que tienen que hacer los clubs leoneses -y preferentemente, la Ponferradina- no es fichar tanto a jugadores de pegada como a una empresario de pagada. Y sólo hay uno que parece tener alguna inclinación a señorear un club de fútbol, Victorino Alonso, que ya se tentó y se dispuso una vez a comprar el Sporting. Pues que le apliquen al cuento y que deje en el Bierzo de estos honores futboleros conquistados algo de lo bastante que saca de la entrañas de esta comarca que desde el pasado domingo disfruta del gran alegrón. Que no se frustre el orgullo... y a mandar en primera.

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