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En la gestión de aceites usados prima la regeneración sobre otras opciones

Publicado por
A. Pérez - león
León

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La utilización de aceites industriales o lubricantes en equipamientos tan ligados a nuestra vida cotidiana como la maquinaria industrial, los vehículos de automoción o los sistemas hidráulicos de transmisión, por citar algunos de los ejemplos más significativos, lleva aparejada la generación de aceites usados, y hace necesario establecer medidas para reducir al máximo posible la producción de estos residuos peligrosos y fomentar que los que se generen se gestionen mediante las alternativas que garanticen un mayor grado de protección del medio ambiente y de la salud de las personas. Con el fin de regular de los aceites industriales usados, el Consejo de Ministros ha aprobado un Real Decreto que establece las normas que deberán respetarse en la fabricación de aceites industriales. En este sentido, se exige que contengan en su composición la menor cantidad posible de sustancias peligrosas, para reducir al máximo la incidencia ambiental de los aceites usados que se generen, y se impone a los fabricantes la obligación de elaborar planes empresariales de prevención. Asimismo, se contemplan las medidas sobre la producción, posesión y gestión de aceites usados, partiendo de la premisa inicial de que productores y poseedores deben garantizar su entrega a un gestor autorizado, para su valorización o eliminación, a menos que procedan a gestionarlos por sí mismos. A estos efectos, se establece un orden de prioridades para la gestión de aceites usados, en el que se prima la regeneración sobre cualquier otro método, seguida de otras formas de reciclado, de la valorización energética y de la eliminación, como último método y al que sólo habrá que recurrir cuando no pueda emplearse alguno de los anteriores. Al mismo tiempo se establecen objetivos ecológicos concretos de regeneración y valorización. No obstante, los fabricantes de aceites industriales pueden cumplir la anterior obligación de hacerse cargo de los aceites usados si, junto a otros agentes económicos interesados, se comprometen a garantizar su recogida selectiva y la gestión según el anterior orden de prioridades.