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Los primeros datos científicos obtenidos en casi 800 pacientes avalan sus ventajas | Análisis | Prevenir es fácil y sabroso |

Probado que la dieta mediterránea reduce el riesgo cardiovascularLo nuestro: aceite de oliva,legumbres, frutas, frutos secos

Un macroestudio incluirá a 9.000 pacientes de toda España y 17 equipos de investigación

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M. Perez/CSIC - león
León

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Las primeras pruebas científicas de los beneficios de la dieta mediterránea han sido publicadas en la revista Annals of Internal Medicine . Un primer estudio de seguimiento, realizado con 772 personas con alto riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, ha demostrado que una dieta mediterránea, suplementada con aceite de oliva virgen o frutos secos, reduce en pocos meses todos los factores que causan estas dolencias. Este trabajo es sólo el proyecto piloto de un macroestudio científico que analizará esta intervención dietética en 9.000 pacientes en España durante los próximos cuatro años. Tal y como informa el Departamento de Comunicación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), este macroestudio sobre Prevención con Dieta Mediterránea (PREDIMED) cuenta con la participación de más de 200 centros de salud de ocho comunidades autónomas y 17 grupos de investigación españoles, incluido un equipo del Instituto de la Grasa, perteneciente al CSIC, en Sevilla. El proyecto está coordinado por el especialista en Medicina Interna del Hospital Clínico de Barcelona Ramón Estruch. La investigación fue presentada por sus principales responsables en la sede central del CSIC, en Madrid. Los primeros resultados de PREDIMED asocian el consumo de una dieta mediterránea, suplementada con aceite de oliva virgen o frutos secos, con mejorías de los pacientes participantes en todos los factores de riesgo cardiovascular: presión arterial, colesterol LDL, glucemia, índice de sensibilidad a la insulina (HOMA) o indicadores de inflamación en las arterias, entre otros. Estos resultados corresponden a los tres primeros meses de seguimiento con 772 pacientes. Los participantes fueron distribuidos en tres grupos de intervención. Dos de estos grupos consumieron una dieta mediterránea suplementada, bien con aceite de oliva virgen (grupo A), o bien con frutos secos (grupo B). El tercer grupo siguió una dieta baja en grasas, de acuerdo con las recomendaciones habituales en la práctica clínica actual. La presión arterial sistólica se redujo en los grupos A y B un 3% y un 4%, respectivamente, mientras que en el grupo que consumió una dieta baja en grasas no varió. La fracción del colesterol HDL, protectora contra la arteriosclerosis, aumentó un 6% y un 3%, respectivamente, en los grupos A y B, al tiempo que en el grupo bajo en grasa se mantuvo estable. Los tres grupos registraron un descenso de la fracción LDL del colesterol, factor de riesgo cardiovascular, pero la mayor merma se registró en el grupo A (un 3%). En cuanto a los indicadores de inflamación en las arterias, se registraron disminuciones de un 8% en el grupo A y de un 9% en el grupo B. En el grupo bajo en grasa, en cambio, creció un 1%. Por último, el índice de glucosa decreció en los grupos A y B un 3% y un 2%, respectivamente, mientras que en el grupo control se elevó un 2%. Rigor científico El macroestudio PREDIMED es un trabajo pionero en el mundo por sus características. La investigadora del CSIC Valentina Ruiz-Gutiérrez, miembro del equipo de científicos que participa en el trabajo, explica la importancia del mismo: «Al aportar la máxima evidencia científica, permitirá efectuar recomendaciones a la sociedad con el máximo rigor científico. Esto supondrá que la preservación de la dieta mediterránea sea considerada como una medida de salud pública de primer orden». El macroestudio evaluará también el efecto de la ingesta controlada de vino tinto sobre la incidencia de un primer episodio de enfermedad cardiovascular, además de identificar a las personas cuyas características genotípicas permitan un aprovechamiento óptimo de una intervención con dieta mediterránea. Los pacientes que participan en la investigación son personas que, si bien no han sufrido aún ningún problema cardiovascular, tienen un alto riesgo de padecerlo, debido a que son hipercolesterolémicos, hipertensos, obesos, diabéticos o tienen antecedentes familiares de cardiopatía precoz. Hasta el momento se han registrado para participar en el proyecto más de 5.000 candidatos. «Al aportar la máxima evidencia científica, permitirá efectuar recomendaciones a la sociedad con el máximo rigor científico. Esto supondrá que la preservación de la dieta mediterránea sea considerada como una medida de salud pública de primer orden» VALENTINA RUIZ-GUTIÉRREZ Investigadora del CSIC El término de dieta mediterránea se refiere a los patrones tradicionales de alimentación propios de los países mediterráneos hace aproximadamente 50 años. Aunque existen diversas versiones, esta alimentación se basa en un elevado consumo de cereales, frutas, verduras, frutos secos y legumbres. En esa dieta el aceite de oliva es la fuente principal de grasa, mientras que el pescado, el pollo, la leche y los productos lácteos (especialmente en forma de queso y yogur) son alimentos incluidos en el listado de consumo moderado. Los seguidores de esta dieta aconsejan un consumo moderado de productos cárnicos y vino, así como un alto grado de actividad física. Numerosos estudios epidemiológicos y clínicos han sugerido que la dieta mediterránea tiene un efecto protector sobre el sistema cardiovascular. No obstante, hasta ahora no se había realizado ningún estudio aleatorizado que proporcionase la evidencia científica necesaria para recomendar una dieta específica que prevenga las enfermedades cardiovasculares. En este sentido, el estudio Prevención con Dieta Mediterránea (PREDIMED) es pionero en el mundo, ya que servirá para evaluar con la máxima evidencia científica la eficacia de la dieta mediterránea en la prevención primaria de enfermedades cardiovasculares. PREDIMED supera las limitaciones de los análisis realizados con anterioridad en este campo, dirigidos a la prevención secundaria de estas dolencias y basados en el seguimiento de pacientes con infartos u otras dolencias cardiovasculares en su historial clínico. El estudio PREDIMED es un ensayo de campo prospectivo, aleatorizado, multicéntrico, longitudinal y controlado de intervención. Participan más de 200 centros de salud de ocho comunidades autónomas y 16 equipos de investigación. La investigación supondrá realizar un seguimiento a 9.000 pacientes con alto riesgo de complicaciones cardiovasculares. Los coordinadores del trabajo seguirán la evolución de los pacientes durante una media de cuatro años. El estudio establece que un comité de seguimiento evaluará los datos cada año para que, en caso de que sea necesario, se decida la suspensión total o parcial del mismo. Este comité está formado por asesores independientes y externos, seleccionados entre expertos en epidemiología, estadística, cardiología y medicina interna. Durante el seguimiento se evaluará el efecto de cada intervención dietética, así como los casos de enfermedades cardiovasculares y otras patologías frecuentes, además de la mortalidad, así como otras variables médicas.