La esperanza de vida crecerá siete años sin las enfermedades cardiovasculares

Vencer las enfermedades cardiovasculares más importantes elevaría siete años la esperanza de vida europea y ahorraría el 12% del gasto sanitario que ahora cuesta su tratamiento: 169.000 millones de euros anuales, 90.000 por persona. Lo malo es que, aun conociéndose bien los factores de riesgo (colesterol y tabaquismo son responsables del 65% de esas patologías, y con la hipertensión se llega al 80%) y las recetas vitales y farmacológicas para frenarlos, existe un grave descuido preventivo que amenaza con arruinar el sistema sanitario y asistencial y pone incluso en peligro el Estado de Bienestar. La advertencia, que sitúa el peligro de tal crisis europea en un horizonte tan próximo como 2020, la ha lanzado una Red de 130 laboratorios de ideas bautizada como Stockholm Network. Y su mensaje queda subrayado en el propio título del informe, Colesterol: Implicaciones sociosanitarias y políticas de un abordaje insuficiente , cuya versión en español fue presentada en el I Foro Social sobre Colesterol. Su moraleja también es clara: el mal control de ese importante lípido deja ver «un enorme vacío en la agenda política», a pesar de que su buen manejo «es tan importante, si no más, como reducir los niveles de tabaquismo y obesidad». Prevención rentable De hecho, insiste la Red de Estocolmo, actuar sobre el colesterol se dibuja incluso más decisivo que hacerlo sobre los otros factores de riesgo. En el caso del tabaco, porque las grandes ventajas de su abandono ya se han materializado en los países donde el consumo de cigarrillos cayó bruscamente desde los años 70; a España todavía le queda margen, pero también apunta en esa dirección. Y en el de la hipertensión, porque los índices de mortalidad cardiovascular (1,9 millones de fallecimientos anuales en la Unión Europea de los 25) se recortan más «con una reducción del 1% en el colesterol que con una reducción media del 1% en la presión sanguínea». Pedro Mata, presidente del foro de Torrecaballeros y miembro del grupo de expertos «Acción Europea sobre el Colesterol», remarcó que «lo mismo que se hace prevención masiva del tabaquismo, habría que hacerla de factores de riesgo como el colesterol». A su juicio, la prevención no sólo «es la gran asignatura pendiente del sistema sanitario», sino que no invertir en ella es un pésimo negocio: «Por cada euro gastado en prevención de enfermedades cardiovasculares, se ahorran tres en tratarlas».