Un rescate accidentado El Greim libera finalmente a la cigüeña

El rescate de una cría de cigüeña en Morgovejo pudo costarle caro a un vecino de la localidad que, tras contemplar varios días la estampa del ave herida, el sábado pasado se decidió a trepar por el árbol y liberarla. Cuando Ramón Riaño Prieto, albañil de 44 años, abría la navaja para cortar la cuerda en la que la cigüeña había quedado atrapada por una pata -cuenta su madre, Celia Prieto- el hombre perdió el equilibrio y cayó desde más de diez metros de altura. Los vecinos, que durante varios días habían reclamado la presencia de especialistas para salvar al ave, tuvieron que llamar ese día al 112 para que el hombre fuera atendido debidamente en un centro hospitalario. Un helicóptero de Sacyl acudió para trasladar al herido, al que nadie se había atrevido a mover por temor a agravar sus lesiones. Nadie esperaba es que Ramón Riaño fuera trasladado a un hospital de Burgos, en lugar de a León «porque el vehículo no tenía autonomía (combustible) para ir hasta León y luego a Burgos», aclaró el gerente de Sacyl en León, Carlos Díez de Baldeón, que en un principio no daba crédito al atribulado suceso. «Es un caso excepcional», dijo después. Mientras el herido «volaba» al hospital burgalés, su familia le seguía por carretera. Una vez atendido en urgencias, pasó el susto pues, aunque «todo su cuerpo está negro», tiene rotas dos costillas y una brecha en la cabeza. El lunes le dieron el alta. «Lo peor ha sido lo mal atendido que estuvo», se quejó ayer a la madre. «Ni siquiera le limpiaron la sangre que tenía en la cabeza y le tuvimos que duchar al llegar a casa». El riesgo que Ramón Riaño corrió para intentar salvar a la cigüeña pudo haberse evitado si las llamadas en busca de ayuda se hubieran dirigido desde el primer día al Greim, Grupo de Rescate Especialista en Intervención de Montaña de la Guardia Civi. El lunes por la mañana, superado el susto por el accidente de Ramón Riaño, otro vecino de Morgovejo, Emilio Turienzo se puso en contacto con la base que este grupo tiene en Sabero. Al poco rato, el ave era liberada de la cuerda y entregada en la reserva de Valsemana para su cura y recuperación, aunque sólo presentaba una herida aparentemente superficial en la pata. Así que mientras la madre de Ramón Riaño lamentaba la mala atención recibida por su hijo, la cigüeña se reponía tranquilamente en la reserva. «Es tan amigo de los animales que fue a donde no tenía que ir; mira que se lo advirtieron los otros albañiles que estaban con él», lamentaba Celia Prieto. Los guardias civiles que rescataron a la cigüeña recordaron a los vecinos mientras la recogían en un saco de papel que «es mejor no arriesgarse». Pero el vecindario subrayó que nadie había hecho caso a las llamadas en petición de auxilio.