Unidad en lo diverso

DE TANTO REPETIRSE, la llegada de cayucos o pateras, el hallazgo de cadáveres de inmigrantes en el mar o en la playa, los autobuses llenos de rumanos que entran diariamente por la frontera, todo ello, ha dejado de ser noticia o a lo más lo son cuando se produce un puntual aumento cuantitativo, como acaba de ocurrir con la publicación del censo por el INE. Por eso no es novedad en lo esencial el que en España estén oficialmente censados casi cuatro millones de extranjeros. ¿Cuantos en realidad?, lo que si es problema es su forma de asentamiento, en donde y como viven, si trabajan y en que condiciones; conocerlo para evitar problemas y sobresaltos futuros. El inmigrante no comunitario que viene a nuestro país para buscar trabajo y lo encuentra, que aquí tiene descendientes o los trae, que se residencia, se convertirá en nacional español por el mero paso del tiempo (diez años a lo mas) lo que implica que no estamos ante un ejercicio teórico sino que la presencia de inmigrantes estables es una realidad y como tal hay que tratarla. Nuestro país se representa así como un mosaico de las mas diversas etnias y grupos nacionales, hoy parcialmente «ocultos» pero que lógicamente cuando adquieran fijeza harán mas ostensible su procedencia y defenderan, de forma previsible, sus culturas de origen y demás, al tiempo que se transformaran en ciudadanos españoles de pleno derecho. Pero es más, su presencia es ya hoy tan importante que se han convertido en el motor del crecimiento económico nacional, de la afiliación a la seguridad social, del aumento demográfico, del paron al envejecimiento de la población..., y además en destinatarios de los trabajos no cualificados que rechazamos los nativos. En ese orden de cosas acaba de publicarse el informe del Servicio de estudios de Caixa Catalunya, «Situación y perspectivas de la economía catalana» y los datos son abrumadores. Hace unos diez años los inmigrantes alquilaban a su llegada lo que podían, ahora compran y suponen el 55% de los nuevos hogares que se forman en Catalunya y su aportación al crecimiento demográfico de la comunidad es del 88'1% . Sostiene el estudio que la inmigración es la causa de entre un 50% y un 55% del crecimiento económico catalán de los últimos años. Hasta ahí lo positivo que no es poco. El problema se plantea en la integración, al menos en lo básico, en valores democráticos, en orgullo de pertenencia de todo ese plural y enorme colectivo que aumente exponencialmente. Hace cinco años le propusieron a una joven directora de cine Ariadna Gil, que realizase un documental sobre la transformación de un pequeño pueblo turolense que en fase de despoblación recibió la llegada programada por las autoridades de decenas de inmigrantes. Paso el tiempo y Gil no pudo realizar el documental previsto y todo por la sencilla razón de que el fenómeno a estudiar es decir la convivencia entre la comunidad española y la inmigrante no se produjo, su vida discurre por cauces diferentes; «comparten un espacio común y sin embargo no hay integración» dice la directora. Ante tal situación no debe de cerrarse los ojos y parece que hay políticas que se deben de propiciar, es más que estamos obligados a propiciar. La mayonesa lo es cuando esta ligada, cuando sus componentes se funden en un todo diferente. E pluribus unum (de muchos uno) . Por separado son aceite, huevos, y una pizca de sal y para algunos unas gotas de limón o vinagre; por junto una salsa excelente que hay que mimar porque en verano ya se sabe lo que pasa con la salmonelosis, por separado... saldrá el sol por donde pueda.