Una noche fría en cama dura

Dos montañeros vizcaínos se vieron obligados a pasar la noche del domingo al lunes a más de 2.500 metros de altura, muy cerca ya de la cumbre de Torre Santa de Castilla, una de las montañas más altas de los Picos de Europa, después de que a uno de ellos le cayera una piedra suelta sobre un tobillo y les impidiera concluir la escalada que habían iniciado por la mañana. El herido, Alain Bilbao, de 27 años, había iniciado a primera hora de la mañana la escalada por la canal del Pájaro Negro junto a su compañero de cordada, Francisco López Muñoz, granadino y también residente en Vizcaya de 38 años, con la intención de coronar esta gran torre del macizo occidental de los Picos de Europa, de 2.596 metros de altitud, y descender de nuevo a lo largo de la jornada. Cuando ya se econtraban muy cerca de la cumbre, Alain recibió en su tobillo derecho el impacto de una piedra suelta, lo que le produjo fuertes dolores que obligaron a los dos montañeros a reducir sensiblemente el ritmo de la marcha, hasta el punto de que el atardecer se les echó encima y se vieron obligados a pasar la noche en la misma canal del Pájaro Negro, a pesar de que es una vereda inhóspita y de que no iban preparados para hacer frente a las temperaturas bajo cero de la madrugada a esta altitud, dado que sus planes eran descender en la misma jornada de la escalada. Intervención de los Greim A la mañana siguiente los dos montañeros tenían previsto proseguir el descenso, pero el tobillo de Alain no le permite caminar y a las ocho y media de la mañana deciden llamar para pedir ayuda al Servicio de Emergencias 112, que pone sobre aviso a la Guardia Civil y envía a su helicóptero de La Virgen del Camino y a los agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim), con base en Sabero. Tras sobrevolar la zona para localizar a los dos montañeros y reconocer la zona en la que se debía llevar a cabo el rescate, el helicóptero quedó suspendido en rotación junto a los dos montañeros, momento en que uno de los agentes de los Greim descendió del aparato y, tras comprobar que la lesión no presentaba fracturas que obligara a inmovilizar al herido, procedió a ayudar a los dos deportistas a embarcar con la ayuda de otro guardia desde el interior de la nave. El rescate se llevó finalmente a cabo sin mayores complicaciones y el herido fue trasladado al centro médico de Riaño para que fuera atendido.