Interior envía equipos de élite para detener a los pirómanos gallegos

Al observar un monte arrasado por el fuego es difícil apreciar algo más que tierra quemada y desolación. Pero si la escena la analizan expertos criminalistas es más probable que se encuentre algún rastro de los causantes de estas acciones. Este será el trabajo que desarrollarán en Galicia unidades de élite de la Guardia Civil, que concederá a los incendios forestales el mismo tratamiento que a los crímenes relacionados con la delincuencia organizada o la tenencia de armas y explosivos. El recién creado equipo contra el Crimen Organizado (ECO), con sede en la comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra, pondrá a los quince efectivos que tiene asignados adisposición, y prácticamente en exclusiva, de las investigaciones en torno a los incendios forestales. También el Ministerio de Interior reforzará la capacidad de inteligencia con el envío a Galicia de cinco inspectores de élite adscritos a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Policía Judicial que suele prestar cobertura a las investigaciones relacionadas con las grandes mafias o con los delitos financiaron de narcotráfico. En activo Setenta y cuatro incendios forestales, cuarenta de ellos activos y 34 controlados, mantenían anoche en vilo a Galicia, que ha pedido la intervención del Ejército para sofocar tres fuegos en la provincia de Pontevedra y que, según el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, «no va a dar tregua a los incendiarios». Las autoridades gallegas solicitaron el envío de militares para colaborar en la extinción de tres incendios forestales en la provincia Pontevedra, -clasificados en nivel dos de alerta- con el objetivo de proteger la seguridad ciudadana de los municipios de Pontevedra, Cotobade y Soutomaior. No obstante, siguen en nivel uno de alerta -por riesgo para viviendas y áreas pobladas- Cotobade, Redondela, Pazos de Bordem y Soutomaior, en la provincia de Pontevedra, y Muros y Ames, en La Coruña, según los datos actualizados a última hora. Los incendios forestales que arrasan desde hace tres días diversas zonas de la comarca del Alto Ampurdán (Girona) han quemado ya unas 1.570 hectáreas, aunque el único que ahora avanza sin control es el declarado en Capmany, donde a última hora de ayer son 300 las hectáreas afectadas y han sido desalojadas 380 personas. La consellera de Interior de la Generalitat, Montserrat Tura, ha confirmado que ha ordenado el desalojo de 380 personas de los municipios de Biure y Pont de Molins debido a la proximidad del incendio de Capmany (Girona), que se ha iniciado a primera hora de la tarde y ya ha quemado unas 300 hectáreas de bosque y matojos. Desde el centro de mando instalado en Figueres, Tura ha pedido a la población que evite los desplazamientos por la comarca, ya que permanecían cortadas al tráfico la autopista AP-7 -en un tramo de más de 20 kilómetros que va de La Jonquera hasta Figueres-, así como varios tramos de la N-2 y la GI-602.