Francisco Javier Martínez Sanmillán, el «Pata negra 001»

El Grupo de Localización de Fugitivos de la policía nacional lleva algo más de dos años funcionando. Desde su creación ha capturado a cerca de 400 delincuentes reclamados a nivel internacional y nacional, pero había uno al que le tenían unas ganas especiales: el Pata negra 001. Franki era el primero de la lista. Figura inscrito en el registro civil de San Pedro Bercianos (León), en noviembre de 1962, con el nombre de Francisco Javier Martínez Sanmillán, hijo de Evangelino y Eustaquia, pero se hacía llamar Gustavo Adolfo Rey Fernández. Una identidad que en realidad corresponde a un ciudadano de Pontevedra. La detención no fue fácil porque apenas salía de casa. Su hora llegó en la mañana del pasado martes cuando regresaba a su chalé en las inmediaciones de Denia (Alicante). Se vio rodeado por un fuerte dispositivo policial montado por el grupo de localización, y reforzado por agentes del Greco de Levante y de la comisaría local de Denia, con chalecos antibala, que lo apuntaban con armas. No hubo tiros, pero no fue fácil identificarlo, porque se negaba a ser reseñado. A la hora de tomarle las huellas sólo facilitaba el dedo índice de la mano derecha que tenía las huellas modificadas, al igual que el pulgar. Un caso inédito en España, según la policía científica. Al principio negó ser el hijo de Evangelino y Eustaquia, alegando que había sido un niño adoptado. En el interior del chalé, construido en medio de una finca de 12.000 metros cuadrados y valorado en más de 3,5 millones de euros, se encontraban su padre, Evengelino, su ex mujer María Isabel y sus dos hijos. En el registro aparecieron joyas y facturas de compra de las mismas por valor cercano a los 100.000 euros, cinco teléfonos, una zódiac, un visor nocturno, un ordenador y, sobre todo, agendas y mucha documentación, parte de la cual pudiera corresponder a títulos de propiedades en Galicia y otras zonas de España. El chalé fue adquirido en el año 1996 y transferido a una sociedad al año siguiente. A tenor de lo que viajaba por toda España, especialmente por Cataluña, Extremadura, Toledo y las proximidades de Galicia, la policía sospecha que Franki sigue siendo un narco en activo.