| Visto y oído |
Reencuentros en el mes de agosto
«¡No has cambiado nada!» Son las 12.00 del mediodía y acompañada del sonido de las campanas, tocadas a mano, que anuncian la misa dominical Destriana de la Valduerna se prepara para vivir una jornada diferente. Hoy en la localidad se reunen los quintos de 1955. Como niños con zapatos nuevos 17 «niños del pueblo» que rondan los 50 años van llegando uno a uno hasta la iglesia de San Salvador donde tras décadas sin verse vuelven a juntarse. «¡No has cambiado nada!», se escucha continuamente cada vez que un viejo amigo se une al grupo. Carmen, Félix, M.Carmen y Pili desde Valladolid; Rosa de Bilbao; Santiago y los mellizos Tere y J. Manuel, desde Asturias; Miguel de Zamora; Manolo y Matilde de Vitoria; Federico, Antonia, Isabel, Pili y Mari Flor de León y Aurora que vino desde Canarias para el reencuentro. La emoción es notable y ninguno de los presentes puede reprimirla. Tras la misa en la que se contó con la coral Ciudad de Astorga Excelsior, los quintos se dirigieron a tomar el vermú. Risas, bromas, y resúmenes personales de sus diferentes caminos hacen del momento una escena emocionante. Los quintos comieron en la casa rural El Habanero donde las fotos y posters de la infancia que decoraban las paredes del comedor hicieron a más de uno soltar esas lágrimas que guardaban desde por la mañana para finalizar la jornada con música de los años 80. La iniciativa y la ilusión superaron una vez más la barrera de la distancia y el tiempo y consiguieron escribir una página inolvidable convirtiendo a hombres y mujeres en niños por un día. ¿Te acuerdas de aquella vez...? ¿Te acuerdas de aquella vez...? Esta fue la frase más repetida por los quintos nacidos en el año 1946 en Veguellina de Órbigo que el sábado por la noche se reunieron para recordar las aventuras pasadas. Primero tuvo lugar una misa en la parroquia del carmen y después los quintos en actitud de hermandad se reunieron en un restaurante donde los comentarios del pasado y de las corredurías fueron los principales temas de conversación; para terminar la noche, los quintos disfrutaron de un baile que se prolongó hasta altas horas de la madrugada. En está ocasión no pudieron estar presentes todos los compañeros de aventuras, pero si la mayoría de ellos, algunos se desplazaron desde distintos puntos de España para volver a revivir momentos que de una u otra manera todos siguen recordando, y comprometiéndose al final de la cena en un acta, que dentro de cinco años todos volverán a reunirse de nuevo. En honor a los pequeños El santuario de la Virgen de La Velilla fue es escenario escogido ayer para la celebración de la romería de verano destinada a los inmigrantes de la montaña oriental leonesa que no dudan en volver cada año a estos parajes para poder disfrutar de la epoca estival y de unas jornadas de ocio y descanso. La jornada de ayer estuvo especialmente destinada a los más pequeños de la casa para quienes se dispuso de multitud de juegos tradicionales y de una exhibición de gimnasia rítmica. Visitantes, lugareños y veraneantes del Valle del Tuéjar aprovecharon la jornada para disfrutar de un día de fiesta diferente en plena montaña.