Persisten las deficiencias en el transporte escolar, según un sondeo
En los próximos días más de 7 millones de chiquillos españoles volverán a subirse a las rutas escolares. Su seguridad depende del buen estado de la flota, las condiciones de explotación y las medidas de protección incorporadas. Un estudio realizado sobre 323 autobuses de 202 centros escolares de 18 capitales de provincia pone de manifiesto que la seguridad del transporte escolar ha mejorado en general, aunque persisten algunas deficiencias. La revista Consumer Eroski , responsable del estudio, cifra la edad media de los vehículos escolares entre 5 y 6,5 años. Una parte pequeña pero significativa de la flota supera con creces esa antigüedad; el 2% incumple la ley y sigue circulando pese a tener más de 16 años de edad, y el 4% no podrá circular durante el 2006-2007 porque en su transcurso rebasarán la misma edad. Entre sus conclusiones, la encuesta subraya que la figura del acompañante adulto se ha generalizado. Si en el año 2000 el 60% de los vehículos no contaba con él, hoy sólo el 8% de los buses carece de esta figura, y en todos los casos se trataba de vehículos en los que el número de menores de 12 años era inferior a la mitad del pasaje, por lo que no incumplen la normativa. La cruz, en cambio, es la del cinturón de seguridad en todos los asientos. Será obligatorio en los vehículos escolares que se matriculen a partir del 2007, pero de momento es poco habitual, y sólo el 19% de los analizados contaba con este elemento de protección. Menos de una cuarta parte de los buses (22%) realiza simulacros de accidente, y sólo el 8% de los estudiados está adaptado para viajeros con minusvalías y usuarios en silla de ruedas, aunque las empresas aseguran que lo está el 24%. El informe repasa también las tarifas de este servicio. El precio medio en los centros privados y concertados es de 73 euros por mes y alumno.