Un vertido tóxico en el río Umia podría contaminar la ría de Arosa

Pese a todos los esfuerzos por evitarlo, una mancha de color azul turquesa formada por disolventes y otros productos químicos desciende por el río Umia a una velocidad de 125 metros por hora, desde las inmediaciones de Caldas de Reis (Pontevedra) en dirección a la ría de Arosa (una de las zonas marisqueras por excelencia), atravesando la fértil comarca de O Salnés y sembrando la muerte a su paso. La mancha, que ocupa un kilómetro y medio de longitud, ha sido producida por los vertidos procedentes del incendio declarado este viernes en una empresa de almacenamiento de productos químicos del grupo alemán Brenntag, próxima a la localidad pontevedresa de Caldas de Reis. Los equipos de extinción lograron sofocar el incendio que destruyó la nave y varios automóviles aparcados en sus inmediaciones. Un comité de emergencia creado por la Consellería de Medio Ambiente analiza la situación para prevenir la posible contaminación del sistema de abastecimiento de agua a O Salnés y Vilagarcía, aunque la mancha todavía no ha alcanzado el punto desde donde se toma el agua para la zona. Los técnicos están evaluando la posibilidad de desviar el tramo de agua contaminada y proceder a su depuración, aunque parece que el sistema presenta notables dificultades. Según manifestaciones del conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, «aguas arriba y abajo del espacio que cubre la mancha hay vida». La contaminación no ha alcanzado aún los puntos de abastecimiento de agua de O Salnés y Vilagarcía, municipios que reúnen una población cercana a los 100.000 habitantes. Todos ellos llevan sin suministro desde las nueve de la noche de ayer viernes, en previsión de posibles contaminaciones. Si los análisis que se realizan cada cuatro horas confirman que la mancha tóxica es de sulfato de cobre, podría restablecerse el abastecimiento a la población, pues tal sustancia es perfectamente controlable por las depuradoras de la red de suministro. Una de las soluciones que se están estudiando es la de canalizar el agua no contaminada aguas arriba del vertido, para conducirla por un sistema de tuberías hasta los depósitos del abastecimiento de agua a O Salnés y Vilagarcía, garantizando así el suministro a la población. Peligra el marisco El problema con que ahora se enfrentan las autoridades y los técnicos es cómo impedir que la mancha alcance la desembocadura del Umia en la ría de Arosa, donde se encuentran los principales bancos marisqueros de Galicia. La conselleira de Pesca, Carmen Gallego, dio cuenta del cierre cautelar del banco marisquero de O Sarrido, en Cambados. Se ha formado un dispositivo para el análisis permanente del agua de la ría y un comité de seguimiento en el Instituto Tecnológico do Mar, en Vilaxoán. Por su parte, el presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, afirmó que la situación «está controlada, aunque es preocupante». Louzán destacó la perfecta coordinación entre los alcaldes de las localidades afectadas por el vertido y expresó su preocupación por conseguir salvar los recursos marisqueros de la ría y mantener el abastecimiento a la población. Desde el momento en que se cortó el suministro, el agua almacenada en los depósitos alcanza para mantener la distribución normal durante un periodo de entre 18 y 24 horas, por lo que los técnicos se esfuerzan por resolver el problema en ese plazo.