Cosas de aquí | Color e imaginación para la Encina 2006
Un desfile con mucho ritmo
Miles de bercianos se arremolinaron en las principales calles de la ciudad para no perder detalle de las fastuosas carrozas que inundaron ayer Ponferrada de ritmo, color y fantasía
Las calles de Ponferrada se convirtieron en un hervidero de gente en el que la ilusión de los más pequeños, y la intriga de los mayores por desvelar el secreto de las carrozas, eran los protagonistas del ambiente. La impaciencia era creciente a medida que pasaban los minutos. Pasados veinte minutos de las seis las cuatro parejas de gigantes comenzaron a contornear sus lánguidos cuerpos por la avenida de la Libertad anunciando el comienzo del desfile, acompañados de sus inseparables cabezudos. Seguido de los gigantes, un enorme águila paseaba y agitaba sus alas, a la vez que abría paso a la caravana de carrozas, compuesta por un total de ocho artesanales artilugios. Fue entonces cuando la fusión de la música ,las charangas, las bandas de gaitas, la música instrumental del grupo Muzenza de capoeira, y como no los éxitos del verano, que sonaban en cada una de las carrozas, se apoderaron de todos los rincones e hicieron que el público bailara y disfrutara de la música al tiempo que observaba expectante las carrozas. El ambiente festivo y de alegría estuvo latente en todo momento a pesar de las continuas amenazas de lluvia, y tormenta que compartieron protagonismo con las carrozas a lo largo de la velada. En el día grande de las fiestas nadie se quiso perder el fantástico desfile que de la mano de personajes como Dumbo, Peter Pan, Mortadelo y Filemón, o el rey de la Sirenita, con sus caballitos de mar, y Merlín. A medida que se iban sucediendo las carrozas, la expectación del público iba en demasía, cada una de ellas suponía un derroche de ritmo, color, fantasía, y sobre todo ilusión. El orondo Buda aposentado en una de las carrozas fue el que más curiosidad despertó entre la multitud, junto con el inquieto águila, que dejó a los más pequeños sin habla. Las carrozas hicieron las delicias tanto de pequeños, con los populares personajes de Disney, como de mayores. Otra de las actuaciones más destacadas del desfile fue la de los miembros del grupo Muzenza de capoeira, que deleitaron a los ponferradinos con un sin fin de magestuosas y imposibles piruetas. La reina de las fiestas, acomodada en su trono, y sus damas de honor derrocharon simpatía y saludaron a los ponferradinos desde la última de las carrozas. Una vez en la plaza del Ayuntamiento, final del recorrido, se inició la exhibición de tango, en la que los profesionales de esta especialidad demostraron su destreza y habilidad, haciendo las delicias de los amantes del arte del baile.