Sólo el 2% de la ayuda humanitaria va destinada a la educación
Más de 40 millones de niños viven sin escolarizar en países en guerra
Save the Children pretende educar a tres millones de estos menores en tres años
Hace tiempo que las guerras no entienden de edades. En el paisaje sanguinolento de cualquier conflicto los niños son protagonistas sin ningún pudor humano. Para unos se trata de daños colaterales, para otros un infanticidio. Angola (1988), Bosnia (1993), Albania (1997), Irak (2003) y hace un mes Líbano. En ese periodo, dos millones de menores fueron asesinados, seis más resultaron heridos y 20 millones quedaron desplazados, según la ONU. Y para los que sobreviven el futuro es igual de incierto: el miedo les acecha y la escuela, la esperanza, les abandona. Según la carta fundacional de Naciones Unidas todo niño tiene el derecho de ir a la escuela. Pero la realidad a la que no hace mención dicho texto es que 115 millones de menores no reciben educación alguna, esto es, el 18% de la población mundial en edad de enseñanza primaria. De esa cuota de discriminados, al menos 43 millones, es decir, uno de cada tres, vive en países afectados por conflictos, según revela un informe de Save the Children. Para paliar esta arbitrariedad, la comunidad internacional se comprometió a conseguir la escolarización de todos los niños hasta el año 2015 como parte de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Pero a ocho años vista, incluso manteniendo los compromisos actuales, este objetivo es una quimera, sobre todo para los niños de la guerra, como así confirmó recientemente la propia ONU. También la ONG hace sus números. Un mapa de los 30 países en conflicto en la actualidad revela que en el año 2004 recibieron en ayudas para educación el 30% del presupuesto total frente al 70% destinado a los estados con rentas bajas pero sin guerras internas. Es decir, la ONU prefiere destinar sus fondos para mejorar la frágil estructura educativa en el segundo escenario que a generar escuelas en el primero. «La razón: prioridad política y efectividad financiera», asegura un experto en educación. Y es que sólo el 2% de la ayuda humanitaria asignada a los países frágiles va destinada a ese fin. Recursos necesarios Save the Children, que nació al albor de la Primera Guerra Mundial, cuantifica no obstante en 10.000 millones de dólares anuales el dinero que debe invertir la comunidad internacional si quiere proporcionar educación primaria para todos y cumplir con los Objetivos del Milenio, de los que unos 5.800 deberían destinarse a los países en guerra (Colombia, Sierra Leona, Nigeria, Costa de Marfil, Congo, Angola, Sudán, Irak o Afganistán, entre otros). Con esta meta en el horizonte, la organización presidida en España por José Miguel Contreras presentó ayer en Madrid la campaña internacional Reescribamos el futuro , cuyo «ambicioso» objetivo se centra en la escolarización de tres de los 43 millones de niños de la guerra hasta el año 2010 y mejorar la calidad de la educación de otros cinco millones.