Casi un tercio de los estudiantes de secundaria han repetido curso alguna vez
El 30% de los alumnos españoles no concluye la educación obligatoria
El gasto anual por estudiante ha crecido, pero sigue por debajo de la media de la OCDE
Más del 30% del alumnado es-pañol no termina la educación secundaria obligatoria (ESO), tasa muy superior a la de los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), cuya media es del 12%. Además, casi uno de cada tres estudiantes de este nivel ha repetido curso alguna vez, lo que es perjudicial, porque no está demostrado que el alumno recupere el retraso y supone un gasto suplementario para el Estado. Éstas son dos de las principales conclusiones que figuran en el estudio anual 2006 que realiza la OCDE sobre la educación en los países más desarrollados, que fue presentado ayer en Madrid por el secretario general de Educación, Alejandro Tiana. Según los datos de este informe, los principales problemas del sistema educativo español residen en los estudiantes menos cualificados. Junto al dato negativo de los que no acaban la ESO, también figura una desproporción abultada en las titulaciones de formación profesional, pues mientras la media de la OCDE es del 34%, en España baja hasta el 21%. En esta misma línea se encuentra la tasa de los titulados en bachillerato, ya que sólo el 45% de los españoles de entre 25 y 64 años han superado este nivel educativo, mientras que la media de la OCDE es del 67%. Sin embargo, la evolución es favorable, pues si en las generaciones de 55 a 64 años la diferencia es de 32 puntos (21% por 53%), en las de 25 a 34 se ha reducido a 16 (61% frente a 77%). Otro dato que destacan en este informe es que entre 1995 y 2003 el porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB) destinado a la educación ha descendido en España del 4,6% al 4,3%. En este mismo período, en la OCDE ha crecido del 5,3% al 5,5%. Esto es así a pesar de que el gasto absoluto en este área ha ido creciendo en la última década, pero ha sido inferior al incremento de la riqueza nacional. Algo parecido sucede con el gasto por estudiante que, aunque ha crecido en España, se sitúa por debajo de la media de los países desarrollados. Así, mientras la OCDE se gasta algo más de 5.909 euros al año por estudiante, España invierte casi mil menos. Esta diferencia es más acuciante en primaria y secundaria, mientras que en la superior el gasto en España ha experimentado uno de los mayores crecimientos. Más empleo Este estudio acaba con la creencia de que la universidad española es una fábrica de parados, según afirmó Tiana, más bien al contrario: el paro entre los varones españoles que sólo tienen estudios primarios es casi el doble (8,7%) que el que los que tienen estudios medios (4,9%) o superiores (5,3%). En el caso de la mujeres se repite este fenómeno, con una proporción parecida (17,2% frente a 8,8%), pero las cifra de desempleadas son casi el doble que las de ellos. También es significativo que las jóvenes españolas de 25 a 35 años permanecen más años en el sistema educativo que los varones (12,5 años por 11,9). Quizá sea ésta la razón de que la proporción de mujeres en esta fase de edad con titulación de bachillerato o formación profesional de grado medio supera en 17 puntos a la de los varones, mientras que en la OCDE dicha diferencia es de sólo nueve puntos. De la misma forma se demuestra que los salarios aumentan en relación con el nivel educativo alcanzado.