El alegato del Papa contra el extremismo islámico abre la puerta al debate
Las críticas del Papa en Ratisbona al uso de la violencia en nombre de Dios constituyen por ahora el aspecto más destacado de su visita a Alemania, ya que han sido interpretadas como una condena del extremismo islámico y de la guerra santa. El pasado martes, Benedicto XVI se opuso claramente al uso de la violencia al servicio de la religión durante una reflexión en el aula magna de la universidad de Ratisbona, de la que fue catedrático de dogmática de 1969 a 1977. «La fe es fruto del alma, no del cuerpo. Quien quiera conducir a alguien a la fe necesita hablar bien y razonar correctamente, en vez de (usar) la violencia y la amenaza», afirmó el Papa, quien añadió que «no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios». Pese a que el Papa no cita explícitamente en ningún momento a los islamistas ni a la guerra santa, sus palabras ha levantado una polvareda de interpretaciones.