Tráqueas de los insectos y branquiasde crustáceos tienen un origen común

Las branquias de los crustáceos y las tráqueas de los insectos podrían haber evolucionado a partir de un origen común. A esta conclusión ha llegado un equipo de investigadores del Instituto de Biología Molecular de Barcelona, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), tras estudiar las características genéticas y celulares de las tráqueas y las patas de la mosca Drosophila, modelo habitual para los estudios de biología del desarrollo. Según explican los científicos, las tráqueas y las patas de Drosophila proceden de un grupo común de células que se convierten en células de tráquea o en células de pata, en función de la activación de la señal de un gen llamado wingless. Esto apoya la hipótesis de la relación evolutiva, ya que también las branquias se desarrollan en asociación con las patas de los crustáceos. Desde el Departamento de Comunicación de CSIC se indica que, de acuerdo con los autores del estudio, que ha sido dirigido por Jorge Casanova y cuyos resultados han sido publicados en la revista Development, estas similitudes quedan reforzadas, por el hallazgo de que, en la mosca Drosophila, los genes que inducen la diferenciación de las células en células traqueales son genes homólogos a los que se expresan específicamente en las células branquiales en crustáceos. Es decir, que en ambas estructuras, tráqueas y branquias, se expresan los mismos genes. Esta investigación aporta nuevos datos a la biología evolutiva. En este sentido, Casanova recuerda que la vida terrestre se originó a partir de la vida acuática y, en este contexto, uno de los misterios que se ha mantenido durante largo tiempo es precisamente el origen del sistema traqueal. Los ancestros de los artrópodos, aclaran los científicos del CSIC, tendrían en su superficie zonas especializadas en el intercambio de gas que evolucionaron hasta convertirse en las branquias de los crustáceos y las traquea de los insectos. A través del proceso de adaptación a diferentes hábitats, los animales han desarrollado diferentes órganos para adecuarse mejor a las condiciones de vida. Este es el caso de los órganos respiratorios de la familia de los artrópodos, las tráqueas de los insectos terrestres y las branquias de los crustáceos acuáticos.