Todos los niños que en accidentes de tráfico iban en sillita salvaron la vida

Los sistemas de retención infantil (SRI) o sillitas infantiles ubicadas en los vehículos para los menores de hasta 12 años de edad han demostrado sobradamente que «salvan vidas y evitan lesiones graves, pero, por desgracia, su uso no se ha generalizado lo suficiente, sobre todo a partir de los seis años». Entre los seis y los 12 años, la proverbial rebeldía de los niños o, quizá, la irresponsabilidad o despiste de los padres tiene graves consecuencias en los accidentes de tráfico si los sistemas de retención no se utilizan correctamente. Así lo evidencia un pionero estudio efectuado por el RACC Automóvil Club y Jané sobre la incidencia de los sistemas de retención infantil en los accidentes de tráfico. El estudio, realizado sobre una muestra de 366 niños menores de 12 años víctimas de siniestros de tráfico entre junio y diciembre de 2005, evidencia que tres de cada cuatro niños que tuvieron que ser hospitalizados por accidentes en carretera no utilizaban sillas infantiles. Los datos revelan que el 100% de los menores que usaba sistema de retención infantil no sufrieron lesiones graves o muy graves y salvaron la vida. El trabajo concluye que el 48% de los niños no iba sujeto con el sistema de retención infantil en el momento de producirse el accidente de tráfico y un 72% de los niños mayores de seis años no lo llevaban o lo utilizaban incorrectamente cuando ocurrió el siniestro. La mayoría de los accidentes analizados se produjeron por el impacto de dos automóviles (67%) y en colisiones posteriores (36%) e impactos laterales (25%). La activación de los sistemas de emergencia fue correcta, con un tiempo medio de llegada al lugar del accidente de 15 minutos. En la mitad de los casos se requirió asistencia «in situ». El 94% de los menores implicados en los accidentes fue trasladado a un centro hospitalario, donde se comprobó que tres de cada cuatro niños ingresados no llevaba el SRI en el momento del siniestro. En el estudio abordado, los accidentes analizados tuvieron lugar en la misma proporción en zonas urbanas e interurbanas y, en su mayoría, tuvieron lugar en la franja horaria comprendida entre las 17.00 y las 21.00 horas. El 63,76% de los niños necesitó tratamiento médico y más del 5% tuvo que ser operado.