En los ríos hay más de 25 especies de peces exóticos que causan estragos a la ictiofauna
Las especies invasoras ponen en peligro la biodiversidad autóctona Mejor que en otras comunidades
Su presencia ha provocado en el Planeta el 39% de las extinciones conocidas
La llegada de especies exóticas invasoras y su incorporación al medio natural es un vector más del cambio global, aunque su impacto sobre la sociedad en general ha sido mucho menor en comparación con otros problemas ambientales como la contaminación atmosférica, la deforestación o la pérdida de suelo. Se trata de un fenómeno intrínseco al funcionamiento de los ecosistemas, existiendo especies con mecanismos de dispersión eficaces que les permiten colonizar nuevos territorios o facilitado por agentes externos que propician su propagación. Sin embargo, este proceso se ha intensificado en las últimas décadas. La rapidez en la dispersión de muchas especies exóticas provoca alteraciones tanto en los ecosistemas naturales (con desplazamiento de especies nativas), como de las redes y flujos en las comunidades biológicas, al igual que problemas en los mecanismos reproductivos de las especies (principalmente hibridación y contaminación genética). Además, pueden repercutir en la salud pública y la economía al dañar infraestructuras o reducir los recursos que genera la caza y la pesca. Según los expertos, las especies de flora y fauna alóctona han provocado el 39% de las extinciones conocidas y se han convertido en la segunda amenaza para las especies endémicas, por detrás de la pérdida del hábitat. II Congreso Nacional La Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad de León ha acogido el II Congreso Nacional sobre Especies Exóticas Invasoras que reunió a más de un centenar de representantes del mundo académico, administraciones, ONG y el sector empresarial. Las jornadas, organizadas por el Grupo Especialista en Invasiones Biológicas (GEIB), han servido para profundizar en el conocimiento científico y técnico, promover actuaciones para su conocimiento y conservación, e instar a las administraciones a que aúnen esfuerzos para prevenir nuevas introducciones y minimizar el impacto de las especies foráneas establecidas en el territorio nacional. Los expertos cifran en más de 500 las especies colonizadoras que hay en España siendo muchos los ecosistemas afectados, incluidos el urbano y el agrícola. La grafiosis del olmo, el virus de la peste bovina, el jacinto acuático, el tamarisco, la hierba de las Pampas, el cangrejo rojo americano, el mejillón cebra, el caracol gigante africano, la rana toro, el lucio, la cotorra argentina, el estornino, la tortuga de Florida y el visón americano son una pequeña muestra. Los ecosistemas acuáticos son especialmente vulnerables, tanto por su degradación ecológica (contaminación, alteración de caudales, interconexión de cuencas) como por su mayor aislamiento (por ejemplo, el efecto de la introducción de determinados peces alóctonos sobre los anfibios). Se puede apreciar un incremento continuado de especies exóticas en todos los grupos taxonómicos, tanto de plantas como de animales, revelando proporciones alarmantes de especies naturalizadas en algunos grupos, como los peces de agua dulce. La magnitud del problema queda en evidencia si tenemos en cuenta que al menos 25 especies de peces exóticos se han aclimatado con éxito en España. El acto de inauguración estuvo presidido por el consejero de Medio Ambiente, Carlos Fernández Carriedo, quien explicó el trabajo llevado a cabo por su Departamento para conservar la rica biodiversidad de la Comunidad, que incluye la detección precoz de las especies invasoras y la cría en cautividad. En este sentido, adelantó que «estamos haciendo una astacifactoría en la localidad leonesa de Valsemana, que va a ser la primera de la Comunidad, con el objetivo de favorecer la cría en cautividad del cangrejo autóctono y su posterior suelta al río, al haber perdido mucha presencia en los ríos debido al cangrejo rojo americano». Según Fernández Carriedo, la situación en Castilla y León puede calificarse de menos alarmante que en otras regiones españolas debido, en gran parte, a las limitaciones que imponen las peculiares características geográficas y las extremas condiciones climáticas de la región. Así, el clima extremo en las montañas de la periferia y los grandes contrastes en la depresión central limitan el potencial biológico de buena parte de las especies invasoras y en especial de las ligadas a ecosistemas terrestres. Las Especies Exóticas Invasoras (EEI) más importantes se encuentran en los cursos de agua. Las aguas continentales albergan varias de plantas (helecho de agua, hierba de las Pampas), crustáceos (cangrejo rojo americano), moluscos (el bivalvo originario de China) o el visón americano. Hay, además, 15 especies de peces introducidas (lucio, pez gato, gambusia, perca-sol) que suponen en torno al 40 % de los taxones presentes (en la Península el porcentaje es del 35 %). A ellas hay que añadir la reciente presencia en aguas burgalesas del mejillón cebra. En la actualidad, la Consejería de Medio Ambiente dispone de una estrategia para la gestión de la biodiversidad que se basa en campañas informativas y de sensibilización dirigidas a distintos colectivos, detección temprana de EEI, prevención y reducción de su impacto, restauración de ecosistemas afectados, cooperación entre comunidades, refuerzo del marco político y jurídico, así como el control y limitación del comercio de EEI.