Los foraminíferos pueden limitar la contaminación por fertilizantes
La revista Nature recoge un estudio realizado por un equipo internacional de científicos, entre los que se encuentra Elisa Piña, investigadora del Centro de Ciencias Medioambientales, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en cuyas conclusiones se afirma que han descubierto que una especie animal marina, los foraminíferos, es capaz de eliminar de forma natural el nitrato, una sustancia contaminante. En el trabajo se describe cómo los foraminíferos, organismos unicelulares muy abundantes en los sedimentos marinos y en el plancton, respiran el nitrato y lo expulsan a la atmósfera en forma de nitrógeno, un proceso que puede resultar clave para limitar la contaminación provocada por los fertilizantes agrícolas. Según se indica desde el Departamento de Comunicación del CSIC, se trata de un proceso, llamado desnitrificación, del que hasta ahora se pensaba que sólo lo podían realizar las bacterias. Los foraminíferos tienen un metabolismo muy similar al de las bacterias que ya se utilizan para eliminar nitrato en plantas de tratamiento de aguas residuales, así como en actividades agrícolas, industriales y urbanas. En este sentido, Elisa Piña ha explicado que «del mismo modo que las bacterias actúan en las plantas de tratamiento y en otros ecosistemas acuáticos, disminuyendo la contaminación por nitratos, este trabajo abre la posibilidad de que en el futuro se desarrollen estudios para aplicar este proceso con otro tipo de organismos y en otros ambientes, como lagos, ríos y suelos». Ha afirmado, además, que «si se ha encontrado un animal capaz de realizar la desnitrificación, es posible que haya otros organismos que puedan hacer lo mismo». La investigadora, que participó en el estudio bajo la dirección del profesor Nils Risgaard-Petersen, del Instituto Nacional de Investigación Medioambiental de Silkeborg (Dinamarca), destaca que, además de su interés medioambiental, el estudio muestra que existen modificaciones representativas en el ciclo del nitrógeno, lo que afecta al funcionamiento de los nutrientes en el agua. Estos animales unicelulares, que miden menos de un milímetro y están rodeados de un caparazón calcáreo de diferentes tamaños y formas, ingieren grandes cantidades de nitrato cerca de la superficie del fondo marino. Esto les permite vivir en zonas más profundas, sin oxígeno, donde encuentran más alimento y muy pocos depredadores.