Con la maquinaria engrasada

ESTAMOS a la puerta de octubre con la maquinaria engrasada y los motores rugiendo. Que así sea ahora y hasta el final de curso. De momento, disfrutemos del arranque. Con muchas cosas. Algunas de ellas arrastradas de fechas anteriores, por habernos detenido la semana anterior en una cuestión sobrevenida. Como ahora podríamos atascarnos en la novedad de la semana: la nueva fórmula de asignación tributaria a la Iglesia, pactada entre Gobierno y Conferencia Episcopal. Tiempo habrá de someter el asunto a las consideraciones oportunas y de repasar los pilimindránganos (en culto, flecos) que aún quedan por aquilatar. De momento detengámonos en una colección de noticias que tienen su aquel. Comencemos por los centenarios. Cuatrocientos años cumple en estos días el Seminario Conciliar de León, fundado en su día por Fray Andrés de Caso, Obispo de León, arropado por el decreto del Concilio de Trento; nació no sin resistencias y se mantiene hoy con un corto número de alumnos, que se disponen en estos días a celebrar la apertura de curso en la tarde del próximo viernes, día 6, con una conferencia del profesor más antiguo, D. Felipe Fernández Ramos, deán de la Catedral, que hablará sobre «Dios y su cortejo angélico». La entrada es libre y gratuita y además la agradecerán mucho la escasa decena de seminaristas, los profesores y hasta el Obispo. Por algo se dice que el Seminario es «como el corazón de la diócesis». Por cierto, desde aquí deseamos excelente singladura a los nuevos Rectores de nuestros Seminarios, Javier Gay en Astorga y José Sánchez en León. Que no es fácil con los tiempos que corren. También a los cuatrocientos años de existencia se acerca la Cofradía capitalina -y universal- del Dulce Nombre de Jesús Nazareno; será para 2011, pero ya han empezado a tender redes, a aglutinar colaboraciones y a abrir un concurso de logotipos. Hasta que llegue su hora, que no se cruce en el camino ningún demonio meridiano, que dicen los expertos ser los peores al menos en temporadas de calor. Vayan las felicitaciones ahora hacia las Carmelitas de la Caridad, fundadas por Santa Joaquina de Vedruna allá por el siglo XIX, hacia La Bañeza y, en concreto, hacia el Colegio de Ntra Señora del Carmen que ellas dirigen, porque están a las puertas de tirar los cohetes de los cien años de existencia. Como los está tirando en estos días la Asociación Leonesa de Caridad, que desde Puerta Obispo, en la capital, lleva decenios ejerciendo de cristianos de mediación. ¿Que qué es eso? Se lo explico: cristianos que, metidos en los ambientes seculares -la Asociación tiene reconocimiento civil-, están colaborando, al modo de la levadura, a transformar la realidad, en este caso por medio de la atención a los sin techo, a los pobres de solemnidad y a las mujeres maltratadas y en riesgo de exclusión. Lo que se llama hoy Cuarto Mundo. Pasemos a otras cuestiones. De nombres propios: el del padre carmelita Tomás Álvarez Fernández, nacido en 1923 en Acebedo, en la Montaña Oriental de la provincia, al que se le ha otorgado, en Ávila, el Premio Nacional de las Letras Teresa de Jesús por ser «uno de los máximos especialistas» en la santa abulense y ser «símbolo de la permanencia y validez» de la figura de ésta. Y el de Mons. David Arias, Obispo auxiliar emérito de Newark, en New Jersey (USA), que acaba de presentar un magnífico libro, «Las raíces hispanas de los Estados Unidos», resultado de su investigación y su experiencia, en el que se demuestra palmariamente que la presencia cultural y cristiana de la Hispanidad en la «joven y grande nación americana» no ha desaparecido jamás, sino que inclusive se ha incrementado en los últimos 50 años. Otros eventos: el lunes los laicos asociados de León inauguran el curso en San Marcelo, a las 8,15 de la tarde; y los días 5 y 6 estará en Mayorga, en Villaquejida y en León el Cardenal de Lima, con motivo del Centenario de Santo Toribio de Mogrovejo. Terminemos con una desagradable noticia: el pasado jueves se fueron de la diócesis, camino de Toledo, las monjas carmelitas de Grajal de Campos. Decididamente, hoy estamos más empobrecidos que hace unos días.