El padre de Roger Kornberg también logró el galardón en Medicina en 1959 con Severo Ochoa OPINIÓN
El Nobel premia al químico que descifró el proceso de copia del código genético Nobel para un «fotógrafo» de moléculas
El hallazgo permitirá avances terapéuticos para enfermedades cardíacas y el cáncer
Estados Unidos ha hecho pleno en los Nobel de ciencias de este año. El martes, los astrónomos Smoot y Mather se llevaron el de Física por probar la teoría del big bang en una misión de la Nasa, y el lunes, el de Medicina fue a parar a los doctores Fire y Mello, que encontraron el mecanismo que silencia genes nocivos. Ayer, su compatriota Roger Kornberg, de 59 años, ganó el de Química por un descubrimiento también en el campo de la genética: el proceso de copiado de información del ADN, llamado transcripción, por el que las células eucariotas (como las humanas) pueden fabricar proteínas y formar el organismo. El hallazgo de Kornberg, profesor de Medicina en la Universidad de Stanford (California), es clave. El mecanismo que ha investigado -a través de imágenes que muestran la transcripción en acción, tan detalladas que se pueden dis-tinguir átomos separados- es «necesario para la vida». «Si se detiene, la información genética ya no se transfiere a las diferentes partes del cuerpo y el organismo muere en el plazo de unos días desde que no se renueva», explicó ayer la Academia sueca. Es lo que ocurre, por ejemplo, si se ingieren ciertas setas venenosas: su toxina detiene el proceso de transcripción. De hecho, las alteraciones en este mecanismo están relacionadas con la aparición de enfermedades cardíacas, el cáncer y algunas inflamaciones. A nivel práctico, saber cómo funciona servirá para lograr avances terapéuticos en estas patologías y desarrollar, además, aplicaciones con células madre. El interés por los genes le viene de familia al Nobel de Química 2006. Su padre, Arthur Kornberg, recibió el de Medicina en Estocolmo en 1959, junto con Severo Ochoa, por sus estudios sobre el ADN. En 1975 visitó España acompañado del catedrático Luis Castedo. 59 años. Profesor de biología estructural en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford (EE. UU.) HA DICHO «Me conmocionó la noticia. Algo tan extraordinario nunca se espera». «Acepto esta extraordinaria recompensa en nombre de los más de 50 colaboradores que han participado en estos trabajos» LAS PROTEÍNAS son las moléculas que llevan a cabo la mayor parte de las funciones en los organismos y determinan la estructura y el funcionamiento de las células. Las instrucciones para su fabricación y uso están en el código genético, pero para que nuestras células puedan utilizar esta información, es necesario que primero sea transferida al exterior del núcleo celular. El proceso de copiado de la información genética se conoce como transcripción. Roger Kornberg fue el primero en presentar una teoría completa del funcionamiento de la transcripción a nivel molecular en un grupo de organismos llamados eucariotas. Los seres humanos están incluidos en el grupo de los eucariotas. La transcripción es necesaria en todas las formas de vida, por lo que la descripción detallada de su mecanismo tal y como la presentó el Dr. Kornberg constituye un descubrimiento de gran relevancia médica, puesto que los fallos en la transcripción están relacionados con multitud de enfermedades como las coronarias, el cáncer, o diversos tipos de inflamaciones. Roger Kornberg ha descrito en detalle cómo la información genética se copia desde el ADN a otra molécula que se llama ARN mensajero, quien después lleva la información fuera del núcleo de la célula para que se pueda utilizar en la construcción de proteínas. La contribución del Dr. Kornberg ha culminado con la creación mediante técnicas de Rayos X de «imágenes» detalladas de la maquinaria encargada de la transcripción. En estas imágenes se puede ver como la nueva molécula de ARN mensajero se va copiando a partir del molde de ADN, y se puede apreciar también el papel de los diversos componentes del sistema de la transcripción, lo que permite comprender su mecanismo con un detalle sin precedentes. Este premio de Química 2006 pone una vez más de manifiesto la gran importancia de la investigación básica de calidad, y la necesidad de potenciarla mediante la creación de centros de excelencia multidisciplinares y el apoyo a los jóvenes investigadores.