EL PULSO Y LA CRUZ
Botones de muchos quilates
Comencemos con un sobresalto. Como para santiguarse. Porque, créanme, la cosa no es para menos. Una señora, psicóloga de la Red de Madres de la Comunidad de Madrid, metida en el tema, afirmó esto en alguno de los medios escritos que nos llegan a León: «Ante un embarazo indeseado, una mujer española no se plantea tener a su hijo y darlo en adopción. Prefiere abortar». Así de crudo. ¿A qué grados de inhumanidad estamos llegando? ¿Qué valores son los que priman en las cabezas y en el corazón de esas posibles madres? ¿A dónde nos llevan la permisividad y el proteccionismo por parte de los poderes públicos? ¡Qué bien nos vendría empaparnos de una hermosa Carta de Juan Pablo II que él tituló «La Buena Noticia de la Vida», en latín «Evangelium Vitae», de hace once años!. Otra cosa. Sepan que el IV Centenario de la muerte de Santo Toribio de Mogrovejo se está cerrando con solemnidad sobresaliente. Tal vez a estas horas ya estará volando hacia su tierra -que fue la de nuestro coterráneo- Mons. Cipriani, Cardenal-Arzobispo de Lima y por tanto sucesor de Santo Toribio, después de haber estado con nosotros unos días y haber dado realce a las correspondientes celebraciones conmemorativas. El día 5 estuvo en Mayorga y el día 6 en Villaquejida. Como para no enfadar a nadie. Porque a estas alturas y con la que nos está cayendo de postmodernidad y de laicismo, lo de menos es el lugar de nascencia. Abran ojos como platos ante este gigante de la evangelización de primera hora en América y aprendamos de él qué significan austeridad, entrega, adaptación, reciedumbre, integridad, celo apostólico y otras muchas virtudes, frente a los mea culpa de nuestras mediocridades contemporáneas. El entusiasmo con que han celebrado la villa vallisoletana (hasta 1956 de León) y la villa leonesa (hasta 1956 de Oviedo) esta efeméride, pueden ser un estímulo para acudir a las fuentes que nos faciliten el conocimiento de una persona de la que se ha escrito: «A las máximas figuras de la tarea evangelizadora en la historia de la Iglesia ha de agregarse sin la más leve vacilación la personalidad maravillosa de Toribio Alfonso de Mogrovejo, arzobispo de Lima y apóstol de América, prelado santísimo, en quien brillaron todas las virtudes de manera excepcional». Y nosotros sin enterarnos. O casi. Quien firma esa frase es un cronista imparcial de la historia eclesiástica y general. Bendita sea la pluma que puede contribuir a rescatar la memoria de un santazo que fue un gigante de la evangelización o al revés. ¿De las cuencas bajas del Esla o del Cea puede salir algo decente? Para muestra, un botón. De muchos quilates. Vayamos a otros botones, de menos categoría pero que sujetan suficientemente muchos ojales de nuestro cristianismo. El lunes comienza el curso el Instituto Superior de Ciencias Religiosas «San Froilán» de León, con sede en el Seminario Diocesano, en horario nocturno, con capacidad para conceder títulos de Diplomados y Licenciados en Ciencias Religiosas y con apertura también a alumnos oyentes que pueden libremente seleccionar las asignaturas que les agraden o que necesiten. Hay materias para casi todos los gustos: Filosofía, Teología, Sagrada Escritura, Moral, Historia de la Religión, Historia de la Iglesia, Pedagogía, Pastoral, Catequética, Enseñanza Religiosa Escolar, Sociología, Psicología, Derecho y Fe-Cultura contemporánea. Aprovechen la oportunidad. Sobre todo si somos coherentes con la petición tan reiterada de que hace falta formación cristiana e instituciones que la faciliten. Aquí tenemos una oportunidad. Otra similar, si bien restringida a algunos saberes, es la que ofrece el Instituto Bíblico y Oriental, que bajo la dirección del sabio Jesús García Recio, va haciéndose su hueco en la capital y en la montaña oriental. Impartirá cursos de Biblia, Historia bíblica, Religiones, Lenguas orientales y bíblicas, un Seminario de peso específico con grandísimos especialistas («Imágenes de Dios en la tradición bíblica») y diversas conferencias y comunicaciones. Su sede es la Plaza de Santo Martino, 5 (teléfono 987 213 200). Quienes lo han disfrutado no hay modo de que se callen.