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Con esta medida se pretende regular la industria cosmética, carente de control

La Unión Europea prohíbe 22 sustancias presentes en los tintes para el cabello

Parece ser que su uso a largo plazo puede aumentar el riesgo de contraer cáncer de vejiga

La mayoría de las personas que usan tintes permanentes lo hacen entre seis y ocho veces al año

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M. Pérez - león
León

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El próximo 1 de diciembre entrará en vigor un acuerdo de la Comisión Europea por el que se prohíbe el uso de 22 sustancias presentes en algunos tintes para el pelo, porque su uso a largo plazo aumenta el riesgo de contraer cáncer de vejiga. La decisión fue anunciada por Gregor Kreuzhuber, portavoz de Industria, aunque en su intervención no adelantó ni las marcas afectadas ni el impacto económico de esta medida, ni tampoco descartó que en el futuro se puedan añadir otras sustancias a la lista de exclusiones. Kreuzhuber recordó que la disposición afecta a sustancias que gran parte de las empresas del sector aceptaron voluntariamente dejar de utilizar, aunque todavía siguen presentes en muchos productos. La prohibición de esas 22 sustancias forma parte de una estrategia de lucha contra productos presentes en tintes peligrosos para la salud, acordada en el año 2003 por la Unión Europea, que tiene como objetivo elaborar una lista de sustancias seguras para la salud humana. La idea de la estrategia se remonta al año 2001 cuando el Comité Científico de los Productos de Consumo trasladó a la Comisión Europea la existencia de este problema. Al año siguiente, el mismo Comité confirmó la relación del uso de tintes por mujeres con la aparición de cáncer. Con la entrada en vigor de la nueva normativa, la industria cosmética tendrá que aportar pruebas de la inocuidad de distintas sustancias al citado Comité, que realizará un estudio científico sobre las consecuencias de su uso a largo plazo. Hasta el momento, se han presentado unos 120 expedientes y su dictamen respecto a su seguridad se dará a conocer en las próximas semanas. El objetivo a largo plazo de la estrategia es prohibir cualquier producto presente en tintes permanentes y vegetales para el que no se pueda probar su seguridad. La Organización Mundial del Comercio ya ha sido informada de esta decisión, y no ha puesto ningún tipo de objeción, lo que hace suponer a las autoridades comunitarias que no produce daño a la competitividad de este sector industrial. Los datos oficiales indican que sólo durante el año 2004 el comercio de tintes capilares alcanzó en la Unión Europea un volumen de negocio cifrado en más de 2.500 millones de euros, lo que equivale a un 8% del total del sector de la cosmética. Se calcula que el 60% de las mujeres y hasta el 10% de los hombres utilizan este tipo de productos. Además, entre el 70 y el 80% de los casos, los tintes son permanentes aplicándose entre seis y ocho veces al año. Peligrosa relación Según los oncólogos, los tintes de pelo permanentes, en especial los oscuros, contienen anilinas, un producto considerado cancerígeno, que tras ser absorbidas por el cuero cabelludo pasan a la sangre y se filtran en los riñones concentrándose en la orina. Advierten, no obstante, que aunque es posible que este mayor riesgo sea despreciable salvo en aquellas personas que se tiñan cada mes, con el paso de los años la probabilidad de sufrir este tipo de cáncer seguiría siendo todavía pequeña, pero llegaría a ser el doble a la del resto de la población. España participa desde hace una década en un proyecto multidisciplinar, denominado Epicur, en el que colabora una veintena de hospitales, cuyo objetivo es determinar las causas que producen el cáncer de vejiga, una patología que provoca anualmente en España la muerte de unas 4.000 personas. Los investigadores saben que los factores genéticos tienen un importante papel en la aparición de la enfermedad, al desactivar los carcinógenos una vez que se activan en el organismo. Epicur estudia la interacción entre genética y factores ambientales como el tabaquismo, la cloración del agua, la contaminación o los tintes del pelo, aunque en este último caso, los científicos no han obtenido resultados positivos.