Investigan un brote cancerígeno en un centro informático policial

El recién creado Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Dirección General de la Policía ha abierto una investigación interna esta semana para determinar si el cáncer diagnosticado a doce agentes y funcionarios destinados al Centro de Procesos de Datos de El Escorial (Madrid), el mayor de España, está provocado por las radiaciones presentes en estas instalaciones de alta tecnología. Cinco policías de este complejo han muerto a causa de tumores malignos en los últimos cinco años. La investigación se inició después de que el mayor sindicato del cuerpo, el SUP, denunciara el alto índice de enfermedades tumorales en el centro de El Escorial ante el Consejo de la Policía. El Sindicato Unificado de Policía, en su escrito presentado el pasado 18 de septiembre, sostiene que sólo entre mayo del pasado año y julio de 2006 habían sido diagnosticados cinco casos de cáncer (tres varones y dos mujeres) entre los trabajadores del centro. A esta cifra hay que sumar otros dos casos, ambos varones, a los que se le ha detectado cáncer durante las últimas semanas. Además, otros cinco empleados varones (agentes y personal administrativo) han fallecido en los últimos cinco años a consecuencia de enfermedades tumorales, dos de ellos en septiembre del presente año. En total, son doce casos de cáncer en una plantilla de 250 personas, lo que supone una incidencia del 4,8 por ciento en un lustro, cuando la media española para cinco años se sitúa en tan sólo en un 1,8 por ciento, según los datos de la Organización Mundial de la Salud. La mayoría de los fallecidos y enfermos -explicaron fuentes policiales- había trabajado en El Escorial desde que a principios de la década de los ochenta se trasladaran a esas instalaciones las bases de datos informáticas de todo el Cuerpo Nacional de Policía. Radiaciones Los trabajadores del centro relacionan los altos índices de cáncer con la presencia de dos subestaciones eléctricas cercanas (una aérea y otra subterránea) que se encargan de transformar 22.000 voltios para alimentar a las máquinas del centro tecnológico. El establecimiento, además, está dotado de varias antenas, entre ellas una potente columna de radio-enlace, así como de inhibidores de frecuencia. Fuentes de la dirección de la Policía aseguraron que el primer estudio en El Escorial será una mediación de radiaciones iónicas (radioactivas) y no iónicas en todas las dependencias, que será encargado a una empresa privada especializada. Los expertos de Interior, que no se atreven a vaticinar cuánto durará la investigación, tienen previsto analizar todos los posibles focos de radioactividad, como pararrayos, computadoras, fuentes de amianto e inhibidores. No obstante, los especialistas de Riesgos Laborales ya alertan de que en este tipo de casos, en los que las posibles víctimas han podido estar expuestas a fuentes cancerígenas durante años, es muy difícil establecer una