Limpieza a base de bacterias y plantas
La Comisión Europea ha calificado el proyecto Lindane, desarrollado por científicos del CSIC, como uno de los mejores ejemplos en el ámbito de los tratamientos biológicos de residuos tóxicos, lo que se conoce como biorremediación. El estudio se ha centrado en la recuperación, mediante el uso de bacterias y plantas, de suelos contaminados con lindano, un insecticida organoclorado de amplio espectro utilizado en todo el mundo en agricultura, veterinaria y hasta en el ámbito de la salud humana (elimina insectos fitófagos y parásitos de animales), hasta su prohibición en la década de 1980 debido a su alta toxicidad e impacto ambiental en los sistemas vivos. En España, el lindano ha sido un contaminante muy importante en amplias zonas del País Vasco y Galicia. Además, los residuos del insecticida y de su producción industrial han contaminado grandes extensiones de terreno en Europa y Asia. Sin embargo, no existe en la actualidad ninguna tecnología para su eliminación definitiva. Para degradar el compuesto biológicamente «in situ», los científicos han utilizado técnicas de chips de ADN para identificar microorganismos presentes en los suelos contaminados con capacidad de biodegradar por completo el lindano y han generado toda una colección de nuevos tipos de bacterias que, solas o en combinación con plantas, consumen el pesticida como si fuera un nutriente habitual. Estos procesos sostenibles abren nuevas vías para tratar la contaminación en el futuro, frente a métodos mucho más agresivos para el medio, como la incineración o los vertederos controlados.