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| Crónica | Ambiente y glamour |

Todos pendientes de Letizia Ortiz

La embarazada princesa fue el centro de atención en la ceremonia y recibió el caluroso cariño de sus paisanos ovetenses

Publicado por
M. Lorenci - oviedo
León

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Toda la atención se centró, de nuevo, en Letizia Ortiz, que por segunda vez tomaba parte en la solemne ceremonia de entrega de unos premios Príncipe de Asturias. Decenas de cámaras y todas las miradas de quienes llenaban el centenario teatro Campoamor estuvieron atentas a sus gestos y movimientos en el lugar que ocupó en la mesa presidencial, a la izquierda de su esposo. Sus paisanos le agradecieron de corazón su presencia en Oviedo, sabedores de que la Princesa se encuentra en el tercer mes de su segundo embarazo y que las nauseas y molestias que padece aconsejan reducir su actividad. Doña Letizia llegó a Oviedo poco antes de la medianoche del jueves luciendo una esplendorosa sonrisa. En la mañana de ayer afrontó junto a su esposo varios actos oficiales, como las audiencias previas a los galardonados en el Hotel Reconquista, y la tradicional foto de familia con los galardonados. Se trasladó luego al teatro Campoamor a bordo de un coche oficial junto al príncipe y cosechó las ovaciones más cerradas y las más intensas muestras de cariño al entrar al teatro, asida de la mano del príncipe y bajo el incansable sonido de la gaita. Unos aplausos que fueron también muy intensos a la llegada de los jugadores de la selección de baloncesto, de Pedro Almodóvar y de su acompañante Penélope Cruz. Las palmas y vítores fueron más fríos a la llegada de Paul Auster y el resto de los premiados. Para la ceremonia de entrega doña Letizia optó por un vestido de color rosa palo y un abrigo de corte Chanel a juego. Era varios tonos más claro el vestido elegido por la reina Sofía, que lució un traje de dos piezas de raso en tonos malva. «Pe» llamó la atención Las cámaras estuvieron también muy pendientes de Penélope Cruz, actriz fetiche de Pedro Almodóvar, que decidió viajar a Oviedo para compartir con el cineasta manchego la histórica jornada. Pe eligió para la ceremonia un vestido negro sobre el que lució un llamativo y ligero abrigo de macramé con diseño floreado. Entre los varones se impusieron los trajes oscuros, con predominancia del negro. De negro riguroso -traje, camisa y corbata- compareció Pedro Almodóvar, y negra era la chaqueta de Paul Auster, que dio una nota colorista a su atavío con una corbata roja con pintas amarillas. Negros y grises era también el vestido de la máxima responsable de Unicef, y los trajes de los baloncestistas y su seleccionador, todos encorbatados. Tras recoger su premio los chicos de oro cosecharon de nuevo una cerrada ovación que se hizo más intensa cuando mostraron las camisetas de sus compañeros ausentes: Garbajosa, Rodríguez y Calderón.